José, el español que dejó de ser agente de seguridad y se convirtió en Don Quijote

Tras los pasos del Quijote. / Jose
Tras los pasos del Quijote. / Jose

Su vida no le entusiasmaba demasiado. Había leído el famoso libro Don Quijote de la Mancha, el cual le encantó y decidió emular al hidalgo. Se fabricó su armadura e hizo la ruta del Quijote subido en una bici.

José, el español que dejó de ser agente de seguridad y se convirtió en Don Quijote

"Me llamo Jose y soy diseñador gráfico. Hace cosa de tres años empecé a leerme el Quijote (“si es la principal obra de la literatura española por algo será” pensé) y me encantó, tanto, que durante mis vacaciones me fui con la bicicleta y la tienda de campaña a recorrer la Ruta del Quijote, la cual, atraviesa las principales localizaciones del libro por caminos de tierra

Aquella experiencia me marcó y ahora dos años después me dispongo a hacer lo mismo, pero esta vez quiero hacerlo de la manera más auténtica posible, ¿cómo? vestido de don Quijote, con armadura, yelmo, lanza y espada."

Así comienza esta historia real que se dispuso a vivir Jose, un joven castellonense que acaba de finalizar su particular tour y que ha recopilado imágenes para el recuerdo, sobre todo el suyo.

 

 

José estuvo semanas preparando su nuevo "equipo", con el que poner rumbo a esas tierras en las que el hidalgo vivió inolvidables historias. Con una bandeja de camarero se fabricó su escudo; con una ensaladera y una fuente, el yelmo; compró a través de internet unas alforjas de esparto… "Yo, que nunca había cogido una herramienta, me fui a un centro comercial a comprar una radial para hacerme la armadura… ¡No sabía manejarla, pero todo me quedó genial!", cuenta el protagonista en declaraciones recogidas por el Huffington Post y cuyo proceso de elaboración de la armadura se puede chequear en su blog.

Aunque se presenta como diseñador gráfico, antes de emprender esta alocada aventura trabajaba como agente de seguridad en un psiquiátrico. Su vida no le entusiasmaba especialmente, lo que él quería era emular a Don Quijote. “Si mi contrato de trabajo en el hospital terminaba el 15 de julio, el 20 inicié el viaje”, cuenta al HP. 

Al finalizar su viaje, su manera de pensar había cambiado. Afirma que dejó atrás el tedioso mundo de las oposiciones y la seguridad y se matriculó en la Escuela de Artes. “Desde entonces estoy viviendo una segunda juventud. He cambiado un ambiente tóxico por una vida que me encanta y estoy feliz".

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