Islandia intenta convertir el dióxido de carbono en rocas en su lucha contra el cambio climático

Hellisheidi. United Nations University.
Hellisheidi. / United Nations University.

Hellisheidi es la planta geotérmica más grande del mundo y está volcada a generar electricidad que provenga de recursos renovables. Es noticia porque se está llevando un innovador proyecto que prevé capturar el CO2 de la atmósfera para convertirlos en rocas de forma permanente.

Islandia intenta convertir el dióxido de carbono en rocas en su lucha contra el cambio climático

En Islandia se toman en serio los problemas de contaminación y de allí nació Hellisheidi, una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo y la encargada de lograr que en Islandia el 100% de la energía eléctrica provenga de recursos renovables. Es uno de los principales centros de energía verde del mundo que ahora tiene un nuevo e impresionante objetivo: capturar el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y convertirlo en piedras.

Hellisheidi es capaz de aspirar el CO2 que se encuentra en el aire y lo almacena bajo tierra

Primero debemos acotar que esta planta funciona gracias a que coexiste con una zona volcánica donde aprovechan la energía del lugar y el vapor para poder generar la electricidad necesaria para proveer al país dela energía necesaria.

Con su nueva idea, buscan poner fin a las emisiones del CO2 que alcanzó un récord de 32,5 mil millones de toneladas. CarbFix es el nombre del proyecto que está a cargo de la empresa de energía Reikiavik, la Universidad de Islandia, el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, la Universidad de Columbia y la Universidad de Nueva York.

El proyecto nació en 2014 y cuatro años después se ha consolidado como el primer proyecto capaz de limpiar un tercio de las emisiones que genera la planta anualmente. ¿Cómo lo logra? Hellisheidi es capaz de aspirar el CO2 que se encuentra en el aire y lo almacena bajo tierra.

Hellisheidi es una de las plantas geotérmicas más grandes del mundo y la encargada de lograr que en Islandia el 100% de la energía eléctrica provenga de recursos renovables

Para poder realizar el proceso, primero es necesario capturar el dióxido de carbono que encuentran en el vapor, este pasa por una estación de separación de gases donde los transforman en agua, después lo trasportan a través de unas tuberías a un sitio donde inyectan el agua en el subsuelo, donde las reacciones químicas naturales de la Tierra ayudan a que con el paso de los años se vaya convirtiendo en rocas de forma permanente.

Quizás los mayores problemas que enfrenta el proyecto se concentran en sus costos. Para empezar, requiere de mucha agua, fácil de conseguir en Islandia, pero una cuestión más complicada si se quiere trasladar a otros países; además los expertos reseñan que se necesita de 50 a 120 dólares por tonelada de carbono procesada. Finalmente un factor que no deja de ser primordial, es que si bien este innovador método es viable, tampoco hay que desviar la atención del problema y enseñar a la sociedad que es necesario reducir la cantidad de emisiones de dióxido de carbono en el mundo. @mundiario

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