Isla Porquerolles es la perla más grande del archipiélago de Îles d’Hyères

Senderismo en Porquerolles. / rumpel stiltskin
Senderismo en Porquerolles. / rumpel stiltskin

Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988, es la más occidental del archipiélago conocido como “las islas de oro”, formado por las islas de Port Cros, Porquerolles y Levante.

Isla Porquerolles es la perla más grande del archipiélago de Îles d’Hyères

La isla de Porquerolles se sitúa muy cerca de la costa mediterránea francesa en plena Costa Azul, entre Toulon y Saint-Tropez. Se puede considerar un pequeño rincón del paraíso con playas de ensueño y una naturaleza perfectamente conservada gracias a las estrictas leyes de protección del medio ambiente, donde los sonidos más característicos son el chirrido de las cigarras, el susurro de la brisa y el murmullo de las olas.

Con una superficie de 12,5 kilómetros cuadrados, es la mayor del archipiélago de las Îles d'Hyères, perteneciente a la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, y poblada por apenas unos centenares de personas. La costa norte presenta un dulce paisaje con una sucesión de bosques de pinos marinos que llegan hasta el mar, salpicados de numerosas playas de arena blanca, que dan acceso a un mar azul cristalino. Por el contrario, la parte sur de la isla es más dura y salvaje, con acantilados rocosos y pequeñas calas de difícil acceso.

En el interior el cultivo más común de la isla eran los viñedos, que cubrían la sexta parte de la misma, de los que hoy día solo se conservan tres con una producción de vino de renombrada reputación. También hay olivos y otros árboles frutales de diversas variedades, especialmente cítricos. La mayoría de los caminos aptos para senderismo brindan al visitante un ambiente sombreado al estar rodeados de mirtos y brezos que, en la época de floración primaveral, transforman la isla en una fragante composición floral, manteniéndose en verano, para dar paso en otoño a otra paleta de colores con diferentes tonos verdes y ocres, donde resaltan las tardías flores blancas y los frutos rojos. En paralelo, la arquitectura de las casas existentes, hoteles y construcciones antiestéticas están prohibidas, se mezcla armoniosamente con la belleza natural del lugar.

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