Isabel Gemio analiza en su programa de radio la enfermedad como realidad social

Isabel Gemio.
Isabel Gemio.

A diferencia de otros programas radiofónicos, Te doy mi palabra, de Onda Cero, presentado por Isabel Gemio, prioriza el análisis de las enfermedades frente a otros contenidos.

Isabel Gemio analiza en su programa de radio la enfermedad como realidad social

A diferencia de otros programas radiofónicos, Te doy mi palabra, de Onda Cero, presentado por Isabel Gemio, prioriza el análisis de las enfermedades frente a otros contenidos.

 

Aunque su estilo periodístico se aleja de la concepción crítica que necesitan algunos medios de comunicación en nuestro país, no puedo negar que Te doy mi palabra, de Isabel Gemio, dedica con mucha frecuencia gran parte de su tiempo en antena al conocimiento de diversas enfermedades con el fin de que descubramos el origen y trascendencia del dolor que hay tras quien la padece, sin olvidar además posibles enfoques terapeúticos que podemos adoptar ante el sufrimiento.

Sé que Isabel Gemio, en este último año, ha sido ese sparring que la prensa rosa ha necesitado cuando la teta deja de dar leche y, aunque podamos discutir sobre su capacidad profesional para afrontar un programa de radio en una emisora como Onda Cero, no dudaré en afirmar que hay un logro inédito en Te doy mi palabra que no encuentro en otros espacios. Isabel Gemio es valiente al romper con el tabú de la muerte y la enfermedad a través de entrevistas a médicos, pacientes y familiares que sufren toda clase de síndromes y patologías.

Me gusta que temas como el dolor y la enfermedad no se oculten a la opinión pública, pero este mundo de tronistas y chonis, de devotos de la religión más universal en la web, Paris Hilton, y de adictos al bótox y al running, esconde a los enfermos, los arrumba en plantas de hospitales esterilizados, les niega la exposición pública de su testimonio severo y pedagógico. Porque un enfermo no vende jamás, porque la crudeza del deterioro es un mal reclamo para este consumismo de jóvenes que viven entre Zara y Gran Hermano VIP, porque conversar con otro sobre la vida y su destrucción nos estremece. Porque queremos que nuestra existencia sea intensa y eterna. Mujeres, hombres y viceversa lo consigue para muchos, pero nuestras células tienen su propia biografía y nada detiene su destino fatal por mucho Special K y perlas de ajo que ingieras.

Al César lo que es del César, y creo que hay virtud y sensibilidad en esos momentos en los que Isabel Gemio se compromete a superar el tabú de la enfermedad, a que los oyentes descubran que la muerte y el dolor son otra razón más para vivir con ilusión lo que cada día se diluye lentamente una vez que cerramos los ojos y apagamos la luz.

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