Involucrar a los estudiantes de Colombia puede ser clave para la paz a largo plazo

Estudiantes. / shutterstock.com
Las nuevas generaciones podrían consolidar el proceso de paz / shutterstock.com

Los países que han pasado por un conflicto interno han tenido que aprender la dura lección que dicta que el fin de la violencia no siempre constituye la paz.

Involucrar a los estudiantes de Colombia puede ser clave para la paz a largo plazo

En junio, funcionarios colombianos anunciaron que los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se habían desarmado oficialmente, y que se habían convertido en civiles después de entregar la última de sus armas. Esto sucede después de que el grupo militante firmara un Acuerdo de paz con el gobierno en 2016.

Se están tomando medidas para promover la verdad, la justicia, y las reparaciones, y para recordar a las víctimas de un conflicto que vio la muerte de 220.000 colombianos. Mientras que los incidentes de violencia han caído dramáticamente en ese país, un reciente atentado con una bomba en un popular centro comercial en Bogotá indica que el desafío de lograr y mantener la paz sigue siendo grande.

La paz de Colombia es frágil y el país corre el riesgo de sufrir violencia en el futuro debido a sus más de 50 años de conflicto violento, y a las tensiones internas no resueltas en torno a la reintegración de los combatientes de las FARC y la justicia para las víctimas. Otro elemento que ayudará es la cercanía con la inestabilidad política que reina en la vecina Venezuela,

Investigaciones recientes de la Universidad de Nueva York sugieren que los métodos de enseñanza demuestran que la educación en todos los niveles puede desempeñar un papel vital en la promoción de la paz. Las universidades colombianas, en particular, tienen la oportunidad de preparar a la próxima generación de líderes políticos y empresariales para ser agentes de paz y cambio social.

Para ello, tanto las universidades públicas como las privadas pueden necesitar repensar qué y cómo enseñan. El hecho de que los estudiantes trabajen en grupos diversos para investigar y escribir sobre eventos reales en comunidades cercanas a ellos puede ser una poderosa herramienta para aprender y desarrollar habilidades que consoliden la paz. También podría servir de modelo para otras zonas de post-conflicto, como Ruanda o Bosnia y Herzegovina.

A diferencia de otros países de post-conflicto donde las universidades han sido destruidas, el sistema de educación superior de Colombia sigue siendo fuerte. Como tal, puede ayudar con la transición a la paz si los líderes de la educación están dispuestos a ser creativos. Las universidades públicas y privadas de todo el país están agregando cursos y programas de grado para incluir información sobre las disposiciones del acuerdo de paz y cómo responder a las atrocidades del pasado.

Esto es parte de un proceso conocido como "justicia transicional”, y es la esperanza de muchos de los expertos para superar las secuelas que dejan las guerras en internas, y que han quedado en Colombia.

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