¿Influyen las tallas en el amor? Quien ama de verdad no pesa, ni talla, ni mide nada…

Las tallas a veces juegan malas pasadas.
Las tallas a veces juegan malas pasadas.
La primavera y el verano son estaciones en las que mucha gente se pone a adelgazar porque llega la 'operación bikini'. Pero la esencia de las personas no está en sus tallas. ¿O tenemos dudas?
¿Influyen las tallas en el amor? Quien ama de verdad no pesa, ni talla, ni mide nada…

Un amigo de esos que pertenecen al grupo de los imprescindibles, esos que están cuando tienen que estar, y encima te ríes mucho… me contó ayer algo que le llama poderosamente la atención. Vive en Madrid y todas las mañanas cuando va hacia su oficina, temprano -muy temprano- ve gente -incluso algún político honesto- haciendo ejercicio, corriendo por las calles. Y a las nueve de la mañana, el gimnasio al que él va está ya hasta la bandera. Será que a la gente le gusta hacer ejercicio, llevar una vida sana, liberar tensiones… Pero, ¿hay algo más? ¿Se esconde algún objetivo que nada o muy poco tiene que ver con todo lo anterior? ¿Nos sentiremos todos tan inseguros, ya sea en nuestra vida laboral o sentimental, como para hacer más ejercicio incluso del que deberíamos?

Durante mucho tiempo he estado vinculada al mundo de la moda, y siempre hemos tenido un dedo acusador señalándonos como los culpables de fijar una idea de belleza extrema, pero resulta que en la oficina a Mari porque tiene una 44 y se pone un vaquero, Luis que no tiene ni  idea de moda, y no ha visto un desfile en su vida, le llama foca. En el cole a Susanita le llaman Peggy, eso sí, con el regusto agridulce con el que lo puede hacer un niño… Y Juan el panadero, para muchas, tiene una gestación interminable, probablemente gemelos… Ahí no está la moda, estamos nosotros, los que preferimos una top de 1,80 como primera opción,  a enriquecernos con una chica que no estará en su peso y medirá 1,63 pero quizá sí está en  el mejor momento de su vida, y te lo vas a perder… Quizá la miss de turno siempre tenga más oportunidad aunque otra le doble en estudios o experiencia, porque a veces los 45 anulan el curriculum. Con ello no quiero decir que el guapo o la guapa sean para nada poco inteligentes, los hay guapos y muy brillantes en todos los sentido, me refiero a esa primera elección que se suele hacer en base al físico.

Somos nosotros los que sentimos la necesidad, esa absurda necesidad de vernos reconocidos en los ojos de los demás, y machacarnos el alma si hace falta para entrar en una 38. Hay gente a la que le encanta comer, y lejos de llegar a una enfermedad por ello, a veces están tristes, porque si se pasan quizá los separen… Hay campeonatos de tabletas de chocolate rellenas de sangre y huesos, que no saben que lo que más le gusta a una mujer o a un hombre es que la/lo deseen, por quienes son, no por cómo están… Quien ama de verdad no pesa, ni talla, ni mide nada…

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