José Antonio Cecilia, in memoriam

Vela encendida / Pixabay
Una vela encendida / Pixabay

Recorrió buena parte del hoy tan nombrado arco mediterráneo, que por orden cronológico se concretó en Murcia, Valencia, Castellón, Alicante, Málaga… 

José Antonio Cecilia, in memoriam

En Sevilla, en su actual pueblo, no el mío, se me ha muerto un amigo. Aunque tenemos un origen común, Orihuela, su pueblo y el mío.

Allí, entre otros muchos asuntos, ambos hicimos la comunión y fuimos colegiales de Santo Domingo, datos que creo que imprimen carácter, como podrán corroborar otros muchos amigos con esas circunstancias.

Luego vinieron los hechos normales de toda una vida, los momentos y circunstancias de todo tipo, y demostró su espíritu inconformista con las adversidades y su búsqueda de algo mejor siempre, adoptando una posición de rebelde con causa.

Esa actitud le llevó a recorrer buena parte del hoy tan nombrado arco mediterráneo, que por orden cronológico se concreta en Murcia, Valencia, Castellón, Alicante, Málaga…, hasta que se desplaza hacia el interior llamado por el aroma de una vega cruzada por un gran río y llega hasta Sevilla, punto de partida histórico de grandes aventuras.

Y allí consigue su objetivo, su aventura es un descubrimiento, conoce a su mujer, se casa mientras un coro interpreta a Haendel, tienen un hijo, y alcanza la meseta de una vida familiar con una mujer y un hijo impregnados de paz y buenos sentimientos,  instalados en una atalaya llamada Tomares, con el Guadalquivir y Sevilla a sus pies.

Y así transcurren los años, siempre pocos, hasta este triste desenlace, con el eterno recuerdo de los familiares que te quisieron, e igual recuerdo de algunos compañeros del alma. Adiós. @mundiario

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