¿Hasta dónde puede llegar el Síndrome de Falso Recuerdo o Falsa Memoria?

- Fiscal: ¿Señora González recuerda usted al señor López?

- Señora Gonzalez: Si fue mi profesor de música cuando era una niña.

- Fiscal: ¿Usted también fue abusada sexualmente por el señor López cuando era una niña?

- Señora Gonzalez: Si así es.

- Fiscal: ¿Qué cosas además de tocarla le hizo? ¿La obligaba a tocarle a él también?

- Señora Gonzalez: Si, me parece que también a él.

- Fiscal: Señora Gonzalez, ¿el señor López la violó a usted también?

- Señora Gonzalez: (Rompe en llanto). Si, así es, el me violó cuando tan solo era una niña.

Este interrogatorio es absolutamente ilegal y nulo por caer en la baja modalidad de preguntas capciosas y sugestivas. El artículo 156 del Código Federal de Procedimientos Penales  de México ordena, por ejemplo, evitarlas pues menciona que estas se hacen para confundir o apurar al interlocutor, provocando una respuesta inconveniente o comprometedora para él. Por su parte el  artículo 266 del Código procesal penal de España exige que en todo juicio oral las preguntas del  interrogatorio deban ser directas, -prohibiendo preguntas como las anteriores-; y el artículo 135 del Código Procesal Penal de Costa Rica, se apoya la misma tesis.

Recientes estudios dan aun mayor validez a esta norma procesal cuando apuntan que muchas de las personas que alegaron ser víctimas de un delito como el anterior, así como los condenados que habían confesado un crimen,  en realidad fueron víctimas de su propio cerebro y de la manipulación en el interrogatorio.

Aunque parece sacado de ciencia ficción, -quizá de la película Origen (Inception) con Leonardo DiCaprio-  en la vida real se puede crear una memoria o un recuerdo viciado con ideas suplantadas, mediante interrogatorios sugerentes y confusos. Los neuro científicos indican que las memorias son muy poco fiables y manipulables, y para adulterar un recuerdo se puede introducir tan solo un poco de información nueva y  la siguiente vez que se recuerde el evento, el cerebro mezclará todos los datos como si fuesen reales.

A esto se le denomina Síndrome de Falso Recuerdo o Falsa Memoria (FMS), que motivó a prohibírsele a los psiquiatras británicos usar las técnicas de “recuperación de recuerdos” por haber dado origen a falsas acusaciones de abusos sexuales.

Experimentos

Para entender un poco mejor como funciona este síndrome, se hizo hace algunos años un experimento donde se solicita a un grupo de estudiantes universitarios que recordaran algunas situaciones que vivieron en su infancia la primera vez que fueron a Disneylandia en la década de los años 90. Entre los eventos que se les pidió que mencionaran estaba si recordaban haber sido lamidos en la oreja por el personaje de Pluto.

La gran mayoría no recordaban que eso hubiera ocurrido. A la mitad de los participantes se les dio una nota falsa de periódico, donde se informaba sobre el arresto de un empleado de Disneylandia que usaba el traje de Pluto en la década de los 90 pues consumía drogas en horas de trabajo y tendía a acosar a los niños lamiéndolos con la lengua de cartón del personaje. El 30% de los participantes del experimento "recordaron" ese evento y dijeron haberse sentido incómodos cuando fueron lamidos por Pluto.

¿Cómo recordar la realidad?

Daniel Schechter, anterior director general del departamento de Psicología de la Universidad de Harvard e investigador de la memoria humana escribió un libro Los Siete Pecados de la Memoria: Cómo la mente olvida y recuerda. Y menciona que si se trata de evitar cometer estos pecados, ayudará a mejorar su capacidad de recordar. Estos son: El paso del tiempo, ausencia de conciencia, bloqueo por dos recuerdos, atribución errónea, sugestibilidad propia, propensión por los  sentimientos y persistencia en recordar lo malo.

¿Qué hacer?

Primero es menester informarse para no dejarse engañar por su propio cerebro; pero la mayor labor en el “¿qué hacer?” recae en los profesionales como abogados, fiscales y psicólogos, que necesitan buscar la verdad real de los hechos en sus indagaciones y cuyos resultados pueden ser perjudiciales o beneficiosos en gran manera. Es preciso estudiar, analizar y ejercitar el correcto interrogatorio y corregir todas aquellas preguntas que puedan generar ideas preconcebidas y falsas en el sujeto.

 El cerebro humano es realmente complejo, de eso no hay duda y no se puede garantizar la verdad real con tan solo los recuerdos, pero los interrogatorios son muchas veces todo cuanto hay, y dicen por allí que “se debe hacer lo mejor que se pueda con lo poco que se tenga”.