¿Te imaginas a un gallego visitando la Alhambra a 40 grados? Para morir

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Visitar la Alhambra es algo que no se olvida, y a 40 grados, más.

Si está bien eso de la cultura, aprender y visitar sitios históricos; pero si lo haces a 40 grados... eso ya también es histórico.

¿Te imaginas a un gallego visitando la Alhambra a 40 grados? Para morir

Granada es muy bonita; bueno Granada realmente no sé, más bien la Alhambra, porque la primera vez que fui, con siete años, joé ni que mi familia en vez de ser gallega fuera descendiente directa de Mohamed bez Al-Ahamar (el reconstructor de la fortaleza) allí todo el día, como si fuera un parque temático, escuchando la palabra «árabe» «árabe» y más «árabe».

«¿Ven esto?», decía la guía, «pues fue cuando los árabes…», «¿y aquí…?, aquí los árabes…», «¿Y saben por qué…?, era cuando los árabes…»; joé qué fijación tenía la paisa…. y yo porque era niño, y entonces pues como que no, que llego a ser chica, con 17…. y me lío un turbante moruno a la cabeza y hasta hoy, que no oí yo en esa visita Mohamed bez Al-Ahamar Mohamed bez Al-Ahamar, si te contara…

La segunda vez tenía 45 años, y nada más llegar a Granada recibí una bofetada de 40 grados que a`punto estuve de montar varios campamentos base a lo iglú por la Alhambra y salir de ellos de vez en cuando para atacar en plan cordada y hacer cumbre en El Generalife, en el Mirador de Daraxa o en el Patio de los Leones.

Es más, si te soy sincero, hubo momentos de tanto bajón y tan empatao estaba con el asunto arabesco que estuve por ver si en vez de tanto alemán y sueco encontraba un árabe de verdad y me pasaba por las armas, un caloorrrr, pero un calorrrrrr.

Y es que los gallegos somos así, acostumbrados a emigrar, pues como que eso de largarse parece que lo llevamos en los genes y en cuanto nos dicen que vamos a un sitio, pues allá, a lo loco, sin pararnos mucho a pensar si estarás 40 o a menos 40 grados, a cien o mil kilómetros. ¡¡¡hala!!! a lo que sea, a granel…

Y así vamos a cualquier sitio, a la aventura y poniendo nuestro futuro en manos de esa frase tan gallega de «malo será», que viene a ser como «Dios proveerá», y los bemoles, «Dios proveerá, Dios proveerá», debe haber un ateísmo que no veas, porque nos llevamos unos cuelgues en tantos sitios…

La verdad que en la visita a la Alhambra fue todo perfecto, incluido los síntomas de deshidratación, que también eran preciosos, y allí estuvimos, pues no sé… porque si me dicen que aquello fue como un agujero negro, imposible de determinar espacio / tiempo, pues me lo creo.

Ahora eso sí, cuando llegamos a Galicia; bueno bueno cuando llegamos a Galicia, lucíamos un moreno; pero un moreno de esos que yo hasta dudaba si era moreno moreno, una reacción desconocida a unas quemaduras internas de segundo grado, o que realmente sí, que realmente éramos descendientes del Mohamed bez Al-Ahamar ese porque lo que es volver a nuestros color blanquecino tirando a pálido, como que no volvíamos. Con decirte que para mí que hasta las gaviotas nos miraban como bichos raros… @manuelguisande

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