Los humanos pudieron haber creado el desierto del Sahara

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Desierto del Sahara. / Pixabay.

Uno de los paisajes más hermosos de la Tierra tal vez, no fue obra y gracia de la naturaleza, es muy factible que el hombre haya aportado su gran saco de arena para lograr formarlo.

Los humanos pudieron haber creado el desierto del Sahara

Los científicos creen que hace unos 10.000 millones de años el desierto del Sahara era un hermoso lugar repleto de agua, pantanos e incluso poseía un gran pasaje repleto de árboles. Pero luego pudieron ocurrir dos posibles alternativas, la primera se trata del cambio en la órbita de la Tierra y la segunda tenía que ver con la evolución natural del lugar.

Sin embargo, ahora ha surgido una tercera teoría que ha sido publicada en la revista Frontiers y es propuesta por el arqueólogo de la Universidad Nacional de Seúl, David Wright, quién argumenta que el humano estuvo muy involucrado en la desaparición del antiguo ecosistema que existió en el Sahara. Wright no lanza su teoría de la nada, según explica en el artículo, ya existen antecedentes de los cambios ecológicos y climáticos realizados por el hombre en su paso por el mundo, entre los que se cuentan a Nueva Zelanda, algunas partes de Europa y América del Norte.

Para probar su teoría, Wright retrocedió unos 8.000 años, en donde revisó evidencia arqueológica dejada por los primeros pastores de la región subsahariana, para luego hacer lo mismo con los registros de la propagación de la vegetación en el Sahara. El arqueólogo pudo comprobar que las grandes comunidades de pastores empezaron a formarse al mismo tiempo que la vegetación aumentaba en el territorio.

¿Qué tuvieron que ver unos pastores con el Sahara?

El científico explica que al ir introduciendo la práctica de la agricultura la ecología empezó a cambiar; todo se amplía cuando los pastores empiezan a introducir a sus ganados dentro de los terrenos del Sahara, los mismos se alimentaban de la vegetación y esto permitió que el albedo aumentara y por ende las condiciones atmosféricas cambiaran, resultando en la reducción de las lluvias. Todo esto causó la pérdida de vegetación y excesiva sequía en el área, que terminó extendiéndose en su totalidad y dejando a lo que hoy conocemos como el desierto del Sahara.

A pesar de tener una teoría bastante creíble, Wright no se rinde y planea continuar investigando en la inmensidad del Sahara; asegurando que ahora quiere enfocarse en encontrar los lugares en dónde existieron los increíbles lagos que conformaban el ecosistema. Los lagos serían lugares ideales en dónde los humanos pudieron asentarse y producir muchos más cambios, el objetivo del arqueólogo es conocer que hacían estas sociedades y que acciones llevaron a cabo para acabar con todo un ecosistema.

Para finalizar su artículo, el arqueólogo hace hincapié en la importancia de su teoría, puesto que en el futuro será crucial que el humano tome en cuenta las acciones que lleva a cabo y como estas cambian sistemas naturales por completo, que al final terminan afectando al medio ambiente.

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