Un hombre que violó a una jornalera no cumplirá su pena en prisión por un trato

Mazo de un juez. / Pixabay
Mazo de un juez. / Pixabay

Un hombre encargado de la finca donde trabajaba la víctima ha recibido el beneficio de suspensión de la condena gracias a un pacto con la Fiscalía.

Un hombre que violó a una jornalera no cumplirá su pena en prisión por un trato

Un murciano de 67 años que fue condenado a dos años de prisión por violar a una jornalera paraguaya, a quien dio una paliza en la parte trasera de una furgoneta y le amenazó con despedirla si llegaba a denunciar, se le ha concedido el beneficio de suspensión de la pena como a los dos policías de Estepona que se libraron de estar tras las rejas después de pactar con la Fiscalía.

El hombre, que era encargado de una finca agrícola cuando ocurrieron los hechos en 2019, había confesado haber agredido sexualmente a su empleada, que había sido contratada a través de una empresa de contratación temporal.  El procesado admitió haber llevado a la víctima a una finca tras quedar después de la jornada, donde la obligó a mantener relaciones sexuales con él, además de golpearla.

El fallo judicial del caso, que pasó por la Audiencia Provincial de Murcia y fue fechado en mayo de este año, establece una pena de dos años de prisión. El imputado estuvo un año y medio en prisión provisional mientras su caso estaba en curso.

Pero como el procesado aceptó la sentencia reconociendo los hechos, entregó a la víctima 6.000 euros antes del juicio como indemnización y por haber pagado las costas procesales, se le ha concedido el beneficio de salir de prisión a cambio de realizar un programa de educación sexual y comprometerse a no delinquir por los próximos años.

El acusado reconoció el crimen

Los hechos se remontan a mayo de 2019, cuando la víctima y el agresor habían quedado en la noche en el municipio murciano de Archena. El condenado fue a por ella en una furgoneta y los llevó hasta una finca ubicada en la localidad vecina de Mula. Ella le preguntó qué hacían en ese lugar, a lo que el hombre contestó: “Cállate, si no quieres tener problemas conmigo, haz lo que yo te pida”.

En eso el hombre obligó a la víctima a hacerle una felación y después a mantener relaciones sexuales con él. Cuando ella se niega a todo y está dispuesta a marcharse, el procesado la empujó hasta la parte trasera del vehículo, donde consumó la violación, donde le insultó y le dijo “si has quedado conmigo y te has subido al coche ya sabías lo que iba a ocurrir”.

Mientras la chica forcejeaba para librarse del agarre de su entonces jefe, él le golpea el rostro y le sujeta fuerte del cabello. Al terminar le amenazó con que, si llegaba a denunciarle, la despediría a ella y a sus compañeros de trabajo. “Vístete y no digas nada que nadie te va a creer. Si dices algo de esto, tanto tú como tus paisanos vais a perder el trabajo”.

La víctima fue atendida en un hospital. Presentaba heridas en los muslos, los brazos, la espalda, los hombros y en el labio. Al final la chica terminó denunciando y su agresor pasó año y medio tras las rejas mientras se resolvía su caso, que nunca llegó a juicio y que tres años más tarde después de que ocurrieron los hechos se firmó la salida de prisión del procesado.

La sentencia explica que la suspensión de la pena se da por un acuerdo entre la defensa, la Fiscalía y la acusación particular, es decir, la de la víctima. El hombre fue condenado con las atenuantes de reparación del daño por la indemnización de 6.000 euros pagada y de confesión tardía. Además, no podrá acercarse a la mujer a menos de 500 metros por siete años, tendrá libertad vigilada por cinco años, deberá cumplir su compromiso a no delinquir y deberá cursar el programa de educación sexual. @mundiario

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