Un dentista es el responsable de la peor matanza de la historia de Canadá
Un dentista que respondía al nombre de Gabriel Wortman es el principal sospechoso del peor asesinato múltiple en los últimos treinta años en Canadá, después que acabó con la vida de al menos unas 16 personas.
Tal y como informan diversos medios de comunicación, hasta los momentos no existen cifras exactas de las víctimas porque el pistolero comenzó a disparar sin ningún tipo de escrúpulos, contra sus víctimas en varios lugares a lo largo de Nueva Escocia. BBC Mundo indica que el hombre utilizó tanto un uniforme como un coche de la policía, hasta que decidió cambiar a una pequeña camioneta plateada.
La jornada violencia empezó en un pequeño lugar conocido como Portapique, que cuenta con poco más de un centenar de habitantes y que se encuentra a unos 130 kilómetros al norte de Halifax. Desde esa localidad la Policía Montada comenzó la persecución que duró aproximadamente doce horas, mientras que el individuo dejaba atrás a los cadáveres de sus víctimas según informa El País. Todo terminó en una gasolinera en Enfield, lugar donde Wortman fue abatido por los cuerpos de seguridad.
51-year-old Gabriel Wortman is the suspect in our active shooter investigation in #Portapique. There are several victims. He is considered armed & dangerous. If you see him, call 911. DO NOT approach. He’s described as a white man, bald, 6’2-6’3 with green eyes. pic.twitter.com/Y2nJNULlkn
— RCMP, Nova Scotia (@RCMPNS) April 19, 2020
Durante la persecución, las fuerzas de seguridad de Nueva Escocia instaron a la ciudadanía, a través de Twitter, a no aproximarse al sujeto porque estaba armado y se le consideraba muy peligroso. Además de las víctimas civiles, una oficial de la Policía Montada, identificada como Heidi Stevenson de 23 años murió durante un intercambio de disparos.
La última vez que los ciudadanos canadienses vivieron una situación similar fue en 1989, cuando un hombre armado con un rifle del calibre 22 mató a 14 mujeres y causó heridas a otras personas, que asistían a una clase de la Escuela de Ingenieros de Montreal. @mundiario