¿Qué hace una adolescente con sobrepeso cuando un hombre la llama gorda?

Londsey Swift. / Facebook
Londsey Swift. / Facebook

Si mi culo gordo corriendo (parecía una tortuga, sí, he de admitir que iba que no podía más) te ofendió y arruinó tu viaje, intenta conducir con los ojos cerrados... hacia a una farola.

¿Qué hace una adolescente con sobrepeso cuando un hombre la llama gorda?

Si mi culo gordo corriendo (parecía una tortuga, sí, he de admitir que iba que no podía más) te ofendió y arruinó tu viaje, intenta conducir con los ojos cerrados... hacia a una farola.

Londsey Swift tiene 20 años y se encuentra en esa complicada edad en la que el aspecto físico importa en exceso y cualquier crítica al mismo puede desencadenar grandes malestares psíquicos. Pero esta joven supo canalizar de manera ejemplar el ataque verbal de un hombre que la llamó gorda por la calle mientras ella corría. Actividad física que realiza para perder algo de peso y llevar una vida más saludable.

¿Qué hace una adolescente con sobrepeso cuando un hombre, desde una furgoneta, la llama gorda por la calle? Escribir esta carta en su Facebook.

"Esta carta abierta va dirigida al idiota que pensó que estaba bien meterse conmigo con bromas de mal gusto sobre gordos cuando salí a correr ayer. Tu comentario dejó claro tu increíble ingenio e ironía. Es verdad que estoy gorda y es verdad que también soy hermosa. Gracias por darte cuenta.

No tengo claro a quien se lo contabas, ya que las únicas personas presentes éramos mi novio y yo. A pesar de ello, te aseguro que tengo un espejo y que mi novio ya ha visto mi cuerpo obeso. No se lo digas a nadie, eh, pero creo que incluso puede gustarle.

Normalmente, no me preocupo sobre estas cosas. Sin embargo, puedo pensar que estos comentarios pueden hacer que personas inseguras dejen de correr y por ahí no voy a pasar.

Ten clara una cosa, no estoy avergonzada de mi cuerpo. Nunca me ha impedido hacer nada que yo quisiera hacer. Seguro que he hecho más cosas que tú, tirado en tu furgoneta, sólo podrías soñar. Mi cuerpo gordo ha viajado por los cristalinos mares en Tailandia que probablemente tú sólo has visto en televisión.

Ha vivido en países que tú ni podrías soñar por tu mente cerrado y compartido culturas seguro que rechazarías. Mis piernas gordas me han permitido subir montañas en más de una ocasión. Mi gordo cerebro habla idiomas que te sonarían a suajili.

Hace poco decidí ponerme en forma porque pensé que sería lo mejor para mi salud. No es que tenga que justificarme pero tengo la meta de correr 10 kilómetros y lo conseguiré. Me siento mucho mejor que antes y puedo hacer un montón de cosas que antes no podía. Me asombra que alguien intente impedir ese tipo de esfuerzo. Perdona si me estoy equivocando, pero solo tengo tus acciones para juzgarte. Si mi culo gordo corriendo (parecía una tortuga, sí, he de admitir que iba que no podía más) te ofendió y arruinó tu viaje, intenta conducir con los ojos cerrados... hacia a una farola.

Pero hablando en serio, ahora que escribo esto, me das pena. Tu comportamiento no es normal y tus modales están por debajo de la media. Lo más importante, no obstante, es que te perdono. Piensa antes de abrir la boca. Besos"

Comentarios