Hablemos de la educación

Educación. / RR SS.
Educación Especial
El espíritu humano se fortalece cuando estamos inmersos en un proceso educativo porque compartimos opiniones, ideales, discusiones que enriquecen el entorno en el que convivimos a diario.
Hablemos de la educación

¿Por qué alguien querría hablar de la educación? Lo primero que se me viene a la mente es, parafraseando a Paolo Freire, porque la educación es libertad.

Y, ¿a quién puede liberar la educación? En primer lugar, al pensamiento, a la mente y posteriormente a la esencia del ser humano. Entonces ¿una persona no-educada no es libre? No se puede dar una negativa de manera contundente, sin embargo, una persona que no tiene una formación educativa, es más susceptible de ser manipulable por otras personas, de no poder opinar, de no participar y entonces se mantiene atrapada en procesos y límites que le impiden tener alternativas para opinar y defender sus ideas.

La educación se mueve en el terreno de la coherencia, la igualdad y las tareas humanas, en este sentido, el espíritu humano se fortalece cuando estamos inmersos en un proceso educativo porque compartimos opiniones, ideales, discusiones que enriquecen el entorno en el que convivimos a diario.

pedagogía y educación

Pero en toda esta discusión no olvidemos a la pedagogía y su relación con la educación.

La educación es un proceso que nos acompaña toda la vida y la recibimos desde nuestros padres, maestros y personas que nos acompañan diariamente, en cuanto a la pedagogía, hasta nuestros días se reconoce como una ciencia encargada de la resolución de diversos problemas relacionados con el quehacer educativo. Su ámbito de acción es acotado, limitado a la escuela, a la capacitación, a la virtualidad y a la sociedad en general. Entonces, un pedagogo tiene una tarea loable en la sociedad: Ser el líder, el estratega, que explique e intervenga en los diversos ámbitos de la educación; pero no sólo ello, este profesional tiene como tarea fundamental diseñar las estrategias orientadas a elevar el nivel educativo que tanta falta hace en nuestro país.

Por ejemplo, un asunto educativo que se encuentra latente en las aulas y que se debe considerar como un grave problema a resolver, es la falta de hábitos que presentan los niños. Este aspecto ya había sido abordado por Makarenko y forma parte de la disciplina que la escuela y padres de familia deben fomentar de manera continua. Cuando a un pequeño le formamos en hábitos, estructuramos su pensamiento y su vida, porque esta acción le facilitará su incursión en todos los aspectos cotidianos. De lo contrario, sucede que los niños quieren evadir responsabilidades e imponer sus condiciones en todo momento, por ello, no hacen caso de las indicaciones del profesor y en la familia se comportan de manera semejante. Ante ello, existe una eterna lucha sobre a quién le corresponde realmente formar los hábitos y poner límites. Por supuesto, que esta tarea les corresponde en un primer momento a los padres de familia, ya que deben indicarle al niño que existe una hora para dormir, para comer, para jugar etc. El niño debe acostumbrarse a una organización de vida y el profesor lo que debe hacer es moldear esa experiencia que el niño posee de casa, de tal manera que se sea mucho más sencillo adaptarse al contexto y dinámica escolar.

Otro aspecto que tiene que ver con la educación de los niños es el diálogo que debiera estar presente entre padres e hijos. Vivimos en la actualidad una desmotivación en los niños que muestran desde pequeños, apatía, poca energía para participar en sus estudios y una gran ausencia estando presentes. ¿A qué se deberá? Pueden existir una y mil respuestas, pero una de tantas es que la dinámica familiar ha cambiado y gran parte del día los niños se encuentran solos en casa, por supuesto que al cuidado de la abuela, pero sin una interacción que posibilite un diálogo satisfactorio en ellos y manifiestan sentirse solos.

¿Cuál es la salida que los niños encuentran? Generalmente el uso de la Tablet, el celular o redes sociales, se han convertido en las nuevas niñeras a través de las cuales los pequeños sienten cierto consuelo ante la situación por la que atraviesa. El problema es que los diversos dispositivos no los usa necesariamente para aprender, sino para pasar el rato, pero en paralelo, se acostumbra a un lenguaje audiovisual que es muy atractivo, pero dista mucho del que se emplea en las aulas y por ello, considera que el aprendizaje es aburrido. La mayoría de las veces aprender símbolos gráficos y a apretar botones antes que las letras y números.

Este es un problema real de la educación porque el docente difícilmente puede competir con este tipo de lenguaje y entonces tiene que innovar o hacer uso de toda su creatividad para captar la atención del niño. ¿Qué se puede hacer al respecto?

> Hablar con los padres de familia para que supervisen los contenidos que ven sus hijos en los diferentes dispositivos electrónicos.

> Ponerles un horario de uso.

> Mostrarles otras alternativas divertidas, a través de juegos que motiven su imaginación, creatividad y habilidades que les van a servir para los fines de la educación.

De acuerdo con Makarenko (1998), el que un niño sea disciplinado y cumpla con los objetivos escolares, le va a redituar en el logro de lo que el desee y lo tiene que descubrir por sí mismo, ese aspecto no lo va a encontrar ni en su casa, ni en la escuela, ni en la sociedad, ya que es un esfuerzo individual que se va construyendo a lo largo de los años. Pero ante ello es muy importante que el niño desde pequeño tenga metas que cumplir, ya que éstas van a ser una motivación permanente que se va a capitalizar en independencia, sueños cumplidos y emprendimiento.

En conclusión…

La escuela es un espacio psico-social formativo que tiene como objetivo preparar a los niños en ciudadanos libres, independientes y pensantes.

El niño tiene que entender la disciplina, no como prohibición a todo lo que hace, sino como una estructura que le va a facilitar el realizar sus actividades de la vida diaria.

Es importante que tanto padres de familia como maestros muestren al niño la importancia de la motivación como motor de su propio desarrollo psicológico, social y educativo.

Es una tarea de la escuela capitalizar la experiencia del niño, moldearla y orientarla hacia su desarrollo integral. @mundiario

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