Guía para espectadores incautos: lo que va de Jordi Évole a Paco Marhuenda
Vuelve triunfal Jordi Évole, un periodista que se documenta, pregunta y repregunta. Lástima que sea más barato llenar un plató con buhoneros de la opinión que armar un buen reportaje.
"¡Evolazo!", titula el portal sobre televisión Vertele!. Casi tres millones de espectadores y un veinte por ciento de share en el prime time del domingo para el estreno de Salvados. ¡Ole, Évole!
Es cierto que habrá que esperar a la segunda entrega del programa para saber qué proporción de tal éxito tiene que ver con el invitado de la noche, Arturo Pérez Reverte. En todo caso, la habilidad para elegir temas o personajes con gancho ha de figurar en la panoplia de todo director que se precie.
En la víspera de su regreso televisivo, Jordi Évole promocionó Salvados en La Sexta noche, el programa de debate que presenta los sábados Iñaki López. Sin sombra de sonrojo, Évole soltó que era más barato para un canal montar un combate de contertulios que apañar un reportaje decente.
Y tiene más razón que un santo; hace años que los caminos mediáticos van atestados de carromatos de buhoneros de la opinión, mercachifles colmados de formulillas y de remedios de agua del grifo, pregoneros de la nada, administradores de misceláneas de garambainas a favor de dueños en la sombra. Uno de ellos es el abogado y ex candidato del PP en Cataluña Francisco Marhuenda, que, casualidades de la vida, se desgañita a sueldo en La Sexta noche. De ese encuentro entre Jordi y Paco –todo un símbolo en estos tiempos– me llegó la inspiración.
Con independencia de que ambos trabajen para el grupo Atresmedia, de que los dos lleven gafas y de que sean catalanes, son muchas más, obviamente, las diferencias que las semejanzas. Veamos diez de ellas:
1. Jordi Évole es un tipo razonable / Francisco Marhuenda dirige La Razón.
2. Évole dirige Salvados muy bien / Marhuenda digiere muy mal y debería desayunar salvado.
3. Évole dejó de ser humorista para ser periodista / "Por Marhuenda periodista no me figura nada. ¿Desea usted información de otro abonado?..." (entonar con énfasis nasal).
4. Évole hace muchas y muy buenas preguntas / Marhuenda da muy malas contestaciones.
5. Jordi cree que el periodismo es servicio / Paco entiende que es un buen negocio (pueden consultar, en el último número de la revista Mongolia, un reportaje sin desperdicio sobre Paco Marhuenda y el uso de una profesión y de un medio para rentabilidades personales o sicarias).
6. Jordi viene del periodismo deportivo / Paco viene de echar balones fuera: director del Gabinete del ministro de Administraciones Públicas –Mariano Rajoy–en 1996; director del Gabinete del ministro de Educación y Cultura –Mariano Rajoy– en 1999; director general de Relaciones con las Cortes del Ministerio de la Presidencia –cuyo titular era Rajoy– en 2000.
7. Évole se reía de su jefe, Andreu Buenafuente, en la tele / El jefe de Marhuenda sshe ríe de nosshtrossh, mire usshté, en La Moncloa.
8. Jordi no da puntada sin hilo / Paco zurce los rotos de Rajoy.
9. Évole va con su tableta y su portátil a las entrevistas / Marhuenda colecciona máquinas de escribir (con la de polvo que juntan).
10. Las promos de Salvados suelen ser desternillantes / Las portadas de La Razón… ¡Vaya, las portadas de La Razón también!
Pues como les prometí diez diferencias y la última no lo es, ahí va otra:
10 bis. Évole trabaja para La Sexta / Marhuenda trabaja para La Sexta, La Razón, TVE, la COPE y Antena 3 y para José Manuel Lara como presidente de Atresmedia. Pero también trabaja para Lara cuando La Razón defiende los desahucios, pues el editor planetario es vicepresidente del Banco Sabadell; y cuando La Razón defiende la sanidad privada, Paco también trabaja para Lara, pues el cincuenta por ciento de la empresa Ribera Salud –segunda del sector– pertenece al Sabadell. Y, a mayores, Marhuenda trabaja para el lobista –de lobby o de lobo, a estas alturas qué más da– Maurici Casals, uno de los conseguidores más eficaces de España, quien, a su vez, trabaja para Lara.
En una entrevista concedida a El País a principios de año, el ensayista canadiense John Ralston Saul, al que la revista Time calificó de "profeta", afirmó esto: "No hay razón para salvar a los bancos". Pues será en Canadá, aquí le damos La Razón a Francisco Marhuenda y Paco se la da a los bancos. ¡Menudo profeta el otro!
