Con la llegada del otoño, gripe o resfriado: ¿qué es lo que tengo?

Mujer estornudando. / RR SS
¿Gripe o resfriado?

Los primeros catarros y gripes hacen acto de aparición. Aunque son enfermedades que cursan con síntomas muy similares, no son los mismo. En ambos casos, la mejor arma es la prevención.

Con la llegada del otoño, gripe o resfriado: ¿qué es lo que tengo?

Los primeros catarros y gripes hacen acto de aparición. Aunque son enfermedades que cursan con síntomas muy similares, no son los mismo. En ambos casos, la mejor arma es la prevención.

El mes de noviembre ha entrado con fuerza. Las bajadas de temperatura y las primeras lluvias nos recuerdan que estamos en Otoño, la época por excelencia para los resfriados y los primeros casos de gripe.

Los cambios bruscos de temperatura, días de intenso calor seguidos de días con bajadas bruscas del termómetro, típicos de la estación otoñal, crean el ambiente propicio para el cultivo de los virus responsables de estas patologías y su diseminación. Son muy frecuentes las consultas, tanto a nivel ambulatorio (Centros de Salud) como a nivel de mostrador de la farmacia, realizadas por pacientes que ansían aliviar los síntomas, no excesivamente graves pero sí muy molestos, de la gripe y los resfriados.

En numerosas ocasiones, al mostrador de la farmacia llegan pacientes anhelando un remedio para un caso de gripe que dicen estar sufriendo. Sin embargo, en la mayoría de estos casos no se trata de un cuadro gripal sino más bien de un cuadro catarral. ¿Por qué sucede esto? Es muy sencillo. Porque ambas patologías cursan con síntomas muy similares, provocando esa confusión entre los pacientes.

¿Gripe o resfriado? ¿Qué es lo que tengo? Es importante conocer las diferencias entre una enfermedad y la otra, aunque el tratamiento a seguir en ambas situaciones sea prácticamente el mismo, ya que la terapéutica en ambos casos va a ser la de paliar los síntomas.

Las características principales a presentar ante un caso de resfriado son:

  • > Periodo de incubación 48-72 h.
  • > Duración 3-4 días.
  • > Aparición esporádica.
  • > Virus contagioso.
  • > Fiebre inexistente o leve.
  • > Dolor de cabeza ocasional.
  • > Dolor de garganta frecuente.
  • > No existe dolor muscular ni articular.
  • > Secreción nasal abundante.
  • > Tos seca y leve.
  • > Afectación de las vías respiratorias altas.

Por otro lado, los síntomas que mejor definen a un cuadro gripal son:

  • > Periodo de incubación 18-36 h.
  • > Duración una semana o más.
  • > Aparición estacional o en forma de epidemia.
  • > Virus altamente contagioso.
  • > Fiebre alta (38-40°C).
  • > Dolor de cabeza frecuente.
  • > Dolor de garganta ocasional.
  • > Si existe dolor muscular y articular.
  • > Secreción nasal ocasional.
  • > Aparición de tos sólo en caso de complicaciones.
  • > En general, se ve afectado todo el organismo.

En ambos casos, la prevención es la mejor arma para evitar el contagio. Para ello es necesario seguir unas pautas higiénicas que eviten el contacto directo con los virus responsables de estas patologías. Entre esas medidas cabe destacar:

  • > Cubrir boca y nariz al toser o estornudar con pañuelos de papel y después tirarlos a la basura. En caso de no tener pañuelos de papel a mano, utilizar la manga del codo.
  • > Evitar tocarse con las manos los ojos, la boca o la nariz, ya que el virus se encuentra localizado en las mucosas.
  • > Lavarse las manos frecuentemente durante 15 ó 20 segundos, especialmente después de estornudar o toser.
  • > No compartir objetos personales de higiene o aseo.
  • > Evitar saludos con besos hacia otras personas.
  • > Ventilar diariamente las casas y sitios compartidos.

En el caso de la gripe, existe además otro componente preventivo: la vacunación. Dicha vacunación debe repetirse cada año ya que no hay efecto memoria en la producción de anticuerpos de un año para otro. La campaña de vacunación ha arrancado en España a mediados del mes de Octubre. ¿Quién debe vacunarse? Personas mayores de 60 años, enfermos crónicos y/o con el sistema inmunitario comprometido, mujeres embarazadas, niños de 6 meses a 18 años tratados durante largo tiempo con ácido acetil salicílico, personal sanitario y personal de servicios.

Como se puede observar, existen puntos comunes pero también discrepancias. El paciente ha de poder definir bien su sintomatología a la hora del diagnóstico. En ambos casos, como ya se ha comentado, el tratamiento va a tener como objetivo paliar los síntomas. La curación será el fruto de la actuación de las propias defensas del organismo. En ningún caso el paciente debe automedicarse. Debe acudir a los profesionales sanitarios médicos y farmacéuticos para un asesoramiento correcto en cuanto al tratamiento a seguir. Los antibióticos están totalmente contraindicados en estas patologías, no sirven para tratar estas enfermedades.

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