Gobernadores y libre selección de escuelas

Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico. / RR SS.
Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico. / RR SS.

¿Qué tienen en común Florida, Alaska, Maryland, Georgia, Arizona, Ohio, Nebraska, Tennessee y Puerto Rico? Pues que tienen un gobernador que defiende las opciones escolares.

Gobernadores y libre selección de escuelas

¿Qué tienen en común Florida, Alaska, Maryland, Georgia, Arizona, Ohio, Nebraska, Tennessee y Puerto Rico? Pues que tienen un gobernador que defiende las opciones escolares. Y aunque, por sí sólo, eso no es una garantía para el éxito de las leyes que permiten establecer y/o expandir este tipo de programas, sí es un indicador de la voluntad para que estas sean aprobadas y firmadas.

Por un lado, decidirse a favor de la libre selección de escuelas es políticamente una osadía, porque significa ganarse de enemigo al sindicato nacional de maestros (la NEA, como se le conoce por sus siglas en inglés). ¡Y ese es un rival del tamaño de Goliat! Por el otro, es una postura política que favorece a las familias que gozan o aspiran a gozar del derecho a sentarse en el asiento del conductor a la hora de escoger la mejor educación escolar para sus hijos. Esas familias representan las piedras que David puso en la honda.

A pesar de que las encuestas nacionales más recientes ponen en evidencia que, cuando se trata de la educación K-12, los padres quieren más control y mayor libertad, no todos los representantes y legisladores se aventuran a suplir a esa demanda. Es cierto que a nuestros niños se le abre un mundo de posibilidades al tener acceso a fondos para poder optar por otra cosa que no sea la escuela gubernamental asignada en función de su código postal, pero eso mismo destapa una caja de Pandora para los representantes elegidos. Estos se convierten en el blanco del bombardeo difamatorio de la multimillonaria maquinaria sindical. De ahí que el acto de abogar por el derecho a opciones escolares venga de la mano con una notable dosis de valor y de riesgo.

Con su anuncio de participar en la 10a Cumbre de Políticas Públicas de la American Federation for Children, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, ha dado un ejemplo de que lo cortés no quita lo valiente. Siguiendo los pasos de su padre, Don Pedro Rosselló, el hijo ha fomentado las leyes que buscan mejorar y redefinir la educación pública. Con este fin, por primera vez en la historia de Borinquén, se introdujo el concepto de escuelas alianzas (o charter schools), así como también de la Libre Selección de Escuelas. Esta última permite que familias de escasos recursos, con hijos que tienen necesidades especiales, niños adoptados, acosados y/o dotados puedan asistir a una escuela privada de su elección usando fondos del Estado.

La noticia de la llegada del gobernador Rosselló a Chicago, el jueves 3 de mayo, ha sido acogida con mucho entusiasmo en los círculos de reformadores pro-opciones educativas, puesto que señala un claro espíritu de determinación hacia una nueva definición de educación escolar gratuita, tanto en la isla como de cara al resto la nación, donde existen gobernadores menos audaces que todavía se lo están pensando. @mundiario

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