Una gaviota descansa en una escultura del portugués Arlindo Rocha, en Oporto

Escultura del artista portugués Arlindo Rocha - Foto Francisco Puñal
Escultura del artista portugués Arlindo Rocha. / Francisco Puñal

La búsqueda de imágenes insólitas, humorísticas, raras y curiosas es un gran reto, que se consigue con los ojos bien abiertos y, por supuesto, con una mente con sentido del humor.

Una gaviota descansa en una escultura del portugués Arlindo Rocha, en Oporto

La búsqueda de imágenes insólitas, humorísticas, raras y curiosas es un gran reto, que se consigue con los ojos bien abiertos y, por supuesto, con una mente con sentido del humor.

Recorrer los lugares visitados, con la cámara en ristre, en una especie de cacería fotográfica para captar imágenes sorprendentes, es una diversión que exige entrenamiento, y que nos ratifica a la fotografía como el arte contemporáneo más apreciado.

Entre las esculturas más destacadas del artísta portugués Arlindo Rocha, fallecido en 1999, está la dedicada al obispo de Oporto Antonio Ferreira Gomes, que está ubicada frente al Centro Portugués de Fotografía de esa ciudad. Ahí capté el descanso de una gaviota...

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