Galicia arde: cuestión de intereses mientras nuestros mayores se ven en la calle

El crecimiento económico y protección del medio ambiente no son compatibles. Son los lados opuestos de la misma moneda si buscas prosperidad a largo plazo.

Henry Paulson.

¿La Xunta está haciendo lo suficiente? ¿Existe una buena inversión en la prevención de incendios en Galicia? ¿Existen políticas de sensibilización e información? ¿Se está ejecutando la ley medioambiental correctamente? ¿Hablamos de imprudencia o abandono del bosque?

Todas estas preguntas y otras muchas nos hacemos los españoles que aún sin haber nacido en Galicia, nos sentimos parte de ella debido a este gran incidente llevado a cabo por unas personas que no conocen de raciocinio. Cuando nos cuestionamos toda esta cantidad ingente de dudas nuestra respuesta suele ser un largo suspiro, primero de tristeza y luego de incredulidad. ¿Por qué? Porque todos los periódicos han señalado a los propios gallegos como autores de esta catástrofe. Pero voy más allá, ¿de verdad conocen los efectos negativos –posteriores– del fuego? Yo creo que no. Tristemente no. 

Y a pesar de lo que acabamos de decir, los políticos no cesan en reproches entre partidos, exigencias entre ellos sin ver quiénes sufren realmente. Señores, aquí, en este momento, priman todas aquellas familias que no tienen un duro y lo han perdido todo. ¿De verdad soy la única que piensa en aquellas personas? ¿De verdad soy la única que se acuesta pensando en todos los animales que habrán muerto, o bien quemados o asfixiados? 

No tengo palabras ni debo describir su angustia porque no estaba allí. No obstante si puedo pedir, tras firmar en muchas peticiones de change, que hagáis algo, que os mováis y dejéis las promesas electorales para otro tiempo. Que planifiquéis una política de concienciación en las zonas rurales y que ayudéis en las subvenciones para la limpieza de los montes. @mundiario