#FindKatie: ¿amor a través de las redes sociales o del de toda la vida?

La historia de Jamie y Katie ha dado la vuelta al mundo.
La historia de Jamie y Katie ha dado la vuelta al mundo.

A pesar de tener metida la nariz siempre al otro lado de las redes sociales, les he declarado la guerra. ¿Dónde han quedado las cartas de amor?

#FindKatie: ¿amor a través de las redes sociales o del de toda la vida?

A pesar de tener metida la nariz siempre al otro lado de las redes sociales, les he declarado la guerra. ¿Dónde han quedado las cartas de amor?

De entre todas las desgracias que hay en el periódico de hoy, tanto nacionales como internacionales, mis ojos han ido a parar a la noticia de #FindKate, quizá por buscar una historia con final feliz entre todas. Resumiendo: Jamie y Katie coincidieron en el mismo vuelo y no intercambiaron teléfonos ni sus nombres completos para buscarse en cualquiera de los dos millones de redes sociales que utilizamos actualmente. Aún así, el chico no se dio por vencido y creó un hagstag para encontrarla. Y lo hizo. ¡¡Vivan las redes sociales y su magia!! Entonces, todos lloramos corazones de la alegría y aplaudimos porque el amor ha triunfado.

Cuando un joven enamorado a primera vista - o a primer vuelo, como decía otro de sus hashtag #lovetofirstflight - encuentra a la chica en cuestión, que está a miles de kilómetros, son una maravilla…

Por suerte o desgracia, todos tenemos las redes sociales en nuestros teléfonos y ordenadores haciéndonos enterarnos de cualquier minucia que haya pasado en la otra punta del continente al segundo. Todo eso está muy bien, pero nadie piensa en las rechazadas, con un “luto” mucho más difícil de llevar, por ejemplo. Yo todavía recuerdo cuando teníamos un triste teléfono en casa, y nada de inalámbrico, nada de intimidad. Intentabas hablar muy bajo para que tus padres no alcanzaran a oír cómo le contabas a tu amiga cuánto te gustaba aquel chico de tu clase.

Ése que no te quería y lo tenías asumido. No llamaba a tu casa preguntando por ti, ni te mandaba ningún tipo de nota clandestina en clase. Punto. No había nada más que hacer que preguntar todos los días si había llamado alguien preguntando por ti. Una negativa diaria durante una temporada era suficiente para darte cuenta de que no le interesabas lo más mínimo.

Sin embargo, ahora tenemos trescientas mil cuentas en diferentes redes. Martirio día tras día revisándolas todas, mirando si ha escrito en cualquiera de ellas, pero no. Hay que sentirse rechazada en Whatsapp, en Twitter, en Facebook, en Instagram, en Hangouts… y así hasta trece ocasiones. Antes sólo había la patada de que te dijeran que no había llamado y la vergüenza de que te pillaran levantando el fijo, para ver si daba señal. El teléfono no tenía la culpa, no estaba interesado en ti.

A día de hoy, además de revisarlas todas a diario, hay que intentar descifrar todo lo que sube a su muro. Quizá esa canción que ha publicado hoy, algo tierna, está dedicada a ti. Sin embargo, tú haces tres o cuatro publicaciones diarias sin ningún tipo de doble fondo, pero no tiene importancia. Se investiga todo, como si fuera un jeroglífico egipcio lleno de Cleopatras y gatos.

A pesar de tener metida la nariz siempre al otro lado de mis interminables cuentas, le he declarado la guerra a las redes sociales. ¿Dónde han quedado las cartas de amor? ¿Y el timbre de los porteros? Hace siglos que nadie me timbra, te mandan un Whats y te dicen que ya están abajo esperando, carita sonriente.

O lo de “ tq ”. ¡Que no! ¡Que a mí me lo hay que decir con todas las letras, sino ahórratelo!

A pesar de que Jamie logró que las redes sociales le sirvieran para que su historia de amor tuviera final edulcorado, creo que están matando el romanticismo poco a poco. Lenta y dolorosamente; aunque todos tenemos los típicos amigos que no paran de ahogar tu muro con declaraciones de amor a la mañana, al mediodía y a la noche… eso no me parece romanticismo. Déjale una nota en una servilleta sucia, pero que lo vea sólo él o ella. Eso es más especial.

Además de ser una chica “viva el amor”, creo que los años me están haciendo clásica... 

Mi consejo de hoy: no seáis como todos. Decidlo en bajito, no se tiene por qué enterar todo el mundo. Haced sentir especial al destinatario. @reipardorguez

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