El Ficcionario pregunta por qué unos acumulan lingotes y otros solo lingotazos

Chen De, el anciano chino que bebe gasolina desde hace 48 años porque cree que es bueno para su salud.
Chen De, el anciano chino que bebe gasolina desde hace 48 años porque cree que es bueno para su salud. / RR SS

Si los astros aparecen refulgentes cuando naces, te aguarda un futuro dorado; por contra, si su luz es mortecina (y, no digamos ya, si hay eclipse), la previsión es una vida amarga y oscura.

El Ficcionario pregunta por qué unos acumulan lingotes y otros solo lingotazos

En esta nueva entrega, el Ficcionario se aproxima críticamente a la astrología, una disciplina que estudia la posición y el movimiento de los astros con el objetivo de averiguar el futuro de las personas. A pesar de carecer de cualquier base científica, su gran popularidad se debe a que proporciona descripciones lo suficientemente vagas y confusas (reforzadas con la inclusión de características buenas o agradables) como para que puedan ser aceptadas por cualquiera, tal y como demostró el psicólogo Bertram Forer con su célebre experimento de 1948.

orgibense. Jorobado natural del municipio alpujarreño de Órgiva. El jorobado nace o se hace.

orgranizar. Acción por la que, en connivencia con los seguros agrarios, las nubes disponen a qué zonas y cultivos deben afectar en exclusividad las tormentas de pedrisco.

orguyo. Autoestima convenientemente reforzada en la letra.

orhijinar. Engendrar un hijo. Las modernas técnicas de reproducción asistida han alcanzado un gran desarrollo en los últimos años, convirtiéndose en una esperanza para las 80 millones de parejas en el mundo incapaces, según la Organización Mundial de la Salud, de orhijinar. Y luego ya, esperar a que nazca.

orificcio. Un agujero en la ficción.

oropéndula. Pájaro que, a impulso del viento, se mueve como un péndulo.

oroscopo. 1. Denominación que recibe la situación del jugador de cartas que, tras el reparto de la baraja española, copa el palo de oros. 2. Predicción de las reservas de oro que en el futuro acaparará un individuo, hecha en base a la posición de los astros en el momento de su nacimiento. El supuesto que manejan los astrólogos es que si los astros aparecen refulgentes cuando naces te aguarda un futuro dorado, es decir, adinerado; por contra, si su luz es mortecina (y, no digamos ya, si hay eclipse), la determinación astral prevé total ruina económica para los hijos del crepúsculo y una vida tan oscura como amarga. (Curiosamente, estos principios se corresponden con la creencia popular de que uno puede nacer con buena estrella o nacer estrellado). Entre medias, como es lógico, se situarían el resto de bandas salariales y de rentas por bienes muebles e inmuebles. Sin embargo, este proceder adivinatorio ha soportado fuertes críticas: en primer lugar, aquellos que consideran una tosca simplificación catalogar a la humanidad entera en sólo una docena de clases (entre las que se repartirían los 7.500 millones de habitantes del planeta) acusan a la astrología de pseudociencia; por otro lado, los que afirman la libertad humana por encima de todas las cosas no dudan en reprochar a los astrólogos su falta de responsabilidad por contribuir a difundir la peligrosa opinión de que los trazos de nuestra vida están de antemano escritos en el cielo y que, por tanto, da lo mismo lo que el sujeto haga en la tierra. Así que algunos no saben qué hacer. Y entonces recurren a los astrólogos...

orózcopo. Predicción de la suerte que, en base al mismo fundamento astrológico, esta vez personalizado, espera al Sr. Orozco. No se trata ahora de una predicción genérica, sino de otra más específica realizada a partir de una carta astral atendiendo al lugar, día y hora de su nacimiento. Los astrólogos inciden en la importancia de las posiciones del Sol, la Luna, los planetas y, en general, los cuerpos celestes, en el momento del nacimiento. Ahora bien, ¿en qué momento exacto se nace? ¿Cuando se rompen aguas y se produce la primera dilatación? ¿Cuando asoma el primer pelo de la cabeza o las uñas de los pies? ¿Cuando la última uña o cabello abandona la vagina? ¿Cuando se corta el cordón umbilical? ¿Cuando se produce la primera respiración? ¿O en el instante en que la enfermera mira el reloj para anotar la hora en la ficha de la madre? El proceso del parto no es instantáneo, no hay un único momento en que se nace y en el que puedan influir decisivamente los astros. Por otro lado, ¿por qué el nacimiento es más importante que todas las condiciones anteriores que afectan a la personalidad? ¿Por qué en lugar del nacimiento como momento significativo no se elige el de la concepción? ¿Acaso no influyen más otras condiciones iniciales, tales como la salud de la madre o las incidencias del periodo de gestación, que la posición de Marte? Y qué decir respecto de las circunstancias ambientales de nuestro propio planeta, ¿no ejercerán más influencia que los fotones provenientes de cualquier astro situado a miles de años luz?  

ortodosia. Conjunto de los dogmas de una religión o principios de una ideología que son compartidos por todos sin excepción.

ortophédico. Tipo de calzado especialmente diseñado para corregir las manifestaciones olfativas de los pies cuando su tufo nos alcanza de pleno.

osadia. Atrevimiento consistente en provocar excitación sexual la comisión de actos de crueldad sobre otra persona, como era típico del marqués de Sade.

osceno. Comportamiento impúdico consistente en amenazar a la gente con utilizarla como alimento en la última comida del día.

osculo. Beso en salva sea la parte.

oséano. Es decir, el mar del No (contiguo al mar de dudas). @mundiario

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