El Ficcionario Ortográfico recuerda que el agua apaga el fuego, ahora que París arde
Arde París, pero antes los yihadistas del Estado Islámico ya habían quemado vivo al piloto jordano Maaz al Kasasbeh, a cuatro combatientes chiítas iraquíes y a cuarenta y tres personas secuestradas en Al Bagdadiya.
El Ficcionario Ortográfico recuerda que el agua apaga el fuego, ahora que París arde. Arde París, pero antes los yihadistas del Estado Islámico ya habían quemado vivo al piloto jordano Maaz al Kasasbeh, a cuatro combatientes chiítas iraquíes y a cuarenta y tres personas secuestradas en Al Bagdadiya.
arraval. Barrio situado en las afueras de un valle. Al construir las viviendas fuera del alcance de los cauces de agua no sólo protegemos el valle de la profanación del cemento, sino también al barrio de las posibles inundaciones o avalanchas que tantas desgracias causan.
arrevatar. Quitar algo a Eva con violencia. A la primera de todas, por cometer el pecado original, Dios le quitó el paraíso y la condenó a parir con dolor. A las últimas, ya con el paraíso perdido, al menos les queda poder hacer uso de la anestesia epidural.
arringconar. En un combate de boxeo, llevar un contrincante a su adversario hasta una esquina del cuadrilátero, para que no pueda escapar y tenerlo a su merced.
¡arriva! Interjección que en 2011, tras llegar al gobierno de España, utilizaron sus responsables económicos para conminar al IVA a que subiera. Y lo hizo del 18 al 21%.
arroyar. 1. Con motivo de una descomunal crecida, llevarse por delante un arroyo todo lo que encuentra a su paso. 2. Más comúnmente, llevarse por delante a un arroyo, como hace la maquinaria pesada o los todoterrenos invasores que arrasan por donde pasan.
artexano. Persona que en Texas produce objetos de uso doméstico imprimiéndoles un sello personal, a diferencia de los que se fabrican en serie.
artificcio. Arte, habilidad o ingenio para imaginar o inventar cosas que no existen. Los fuegos de artificcio no son reales, pero incendian la mente de diversas formas y coloridos.
artilujio. Aparato construido con la sola finalidad de hacer ostentación de riqueza. Un reloj de diamantes o una grifería de oro son ejemplos de finos artilujios.
arvolado. Masa forestal desaparecida del sitio donde estaba. Curiosamente, el viento huracanado no constituye el principal factor de riesgo, sino la negligencia con el fuego de algunos incautos y la intención desaprensiva de otros criminales que, además, luego andan en su mayoría sueltos.
asanbleísta. Persona que por participar en una reunión para deliberar sobre algún asunto -y sufriendo la experiencia que ya padeciera San Lorenzo-, es puesta en carne viva sobre las brasas. Algo parecido a lo que, entre otras numerosas y horribles crueldades -de las que hacen impúdica exhibición mediática-, vienen realizando cuando les place los yihadistas del Estado Islámico, quienes ya han quemado vivo al piloto jordano Maaz al Kasasbeh, a cuatro combatientes chiítas iraquíes y a cuarenta y tres personas secuestradas en Al Bagdadiya. Pero han tenido que suceder las atrocidades de París para que, ahora sí, definitivamente, nos sintamos obligados a exclamar: ¡Esto está que arde! La duda es si sabremos con qué agua se apaga este fuego y si queremos, de veras, extinguirlo.
