El Ficcionario ortográfico llega a su fin

Ficcionario, de Eugenia Herrero
Ficcionario, de Eugenia Herrero (detalle).

Tras casi cuatro años de andadura, y coincidiendo con la publicación de su entrega número 200, concluye aquí esta sección de MUNDIARIO, un divertimento lingüístico de proporciones ontológicas.

El Ficcionario ortográfico llega a su fin

A Eugenia Herrero, in memoriam.

Porque todo lo que empieza, acaba. Y esta colaboración, que empezó el 16 de julio de 2015, se despide hoy de sus lectores, habiendo exprimido todas las letras del diccionario y tras doscientas semanas, con mejor o peor fortuna, de ininterrumpida comparecencia.

Yugoslabia. País imaginario en el que el que la opresión o el dominio se ejerce convenciendo con palabras a la gente. ¡Que, dadas las circunstancias, no sería lo peor!

yustaponer. En Yuste, poner una cosa junto a otra, sin interposición de ningún nexo o elemento de relación. Es lo que sucede con el "cementerio alemán" situado al lado del Monasterio de Yuste, en la comarca cacereña de La Vera, donde murió el emperador Carlos V. En este misterioso camposanto reposan, sin saber muy bien por qué, 26 soldados germanos fallecidos durante la I Guerra Mundial y otros 154 caídos durante la Segunda contienda. Sus restos yacen en terrenos yustapuestos al monasterio.

zamhorano. Dícese del que piensa, de acuerdo con uno de los más antiguos proverbios españoles, que no se ganó Zamora en una hora. Esta paremia alude al sitio de siete meses que sufrió la ciudad en el año 1072 por parte de Sancho el Bravo, quien pretendía arrebatársela a su hermana doña Urraca pero murió asesinado a traición ante sus muros.

zampavollos. Persona que come pavo con ansia y exageración.

zanaoria. Zanahoria embarcada en una nao del siglo XVI, camino de América. La creciente globalización de la economía ha traído como consecuencia que los productos de un continente, por mero interés comercial, se envíen a otros, adquiriendo tintes exóticos o extratemporales allá donde se reciben. Tan impacientes nos hemos vuelto que ya no podemos esperar a que, respecto de cada fruta o verdura, llegue su temporada en el sitio.

Zaratrusta. (angl.). Misterioso profeta iraní que varios milenios antes de Cristo ya  anunció que las empresas que produjeran las mismas mercancías terminarían uniéndose bajo una misma dirección con el objetivo de controlar el mercado de un producto determinado o de un sector. Los enemigos del monopolio son los enemigos de Zaratrusta.

zhampar. Comer o beber apresurada y exageradamente la gente del hampa.

zenso. Registro de personas que practican el budismo zen. Generalmente, se trata de datos de conocimiento público, a menos que intervenga la zensura. Los significados de zena, zenagal, zencerro, zenefa, zenicienta, zeniza, zentímetro, zentauro, zentinela, zentral y zenturión z'entienden a partir del anterior.

zhurrar. Apalizar a alguien al grito de los tres ¡hurra! Que un hecho así pueda causar alegría, satisfacción o entusiasmo da idea de lo enfermas que pueden llegar a estar algunas mentes.

zikatero. Individuo afectado por el virus del zika, causante de una enfermedad cuyos síntomas, generalmente leves y de entre 2 a 7 días de duración, consisten en fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas. Desaparecidos estos síntomas, la única secuela que deja esta afección es que individuos antes generosos se tornan ahora mezquinos y ruines, escatimando cualquier cosa que deban dar. El virus se transmite principalmente por mosquitos del género Aedes (que en griego significa "odioso"), frecuentes en áreas tropicales y subtropicales.

zinco. 4 + 1 representado con metal blanco azulado, de estructura laminosa fácilmente oxidable y cuyo nº atómico es 30.

zincturón. Correa de zinc con que se sujetan los vestidos y pantalones a la cintura.

zipizzape. (ital.). Riña con ruidos y golpes causada por la disputa de una pizza.

zolatría. Adoración o culto a Émile Zola (1840-1926), escritor francés considerado el fundador y máximo representante del naturalismo.

zoofidia. Relación sexual entre una persona y un reptil.

zoozobra. Intranquilidad o angustia que debido a su reclusión permanente padecen los animales del zoo. La nueva sensibilidad hacia los animales reclama un cambio de paradigma para que los zoos del mundo, como acaba de proponer el Ayuntamiento de Barcelona al aprobar la iniciativa ciudadana ZOOXXI, se abran decididamente a la naturaleza y dediquen la mayor parte de sus esfuerzos a la protección de los hábitats naturales y a la conservación in situ, en lugar de continuar funcionando como meros museos expositores de seres vivos amenazados por la destrucción de su entorno medioambiental. Para ello, se trata de que den cobijo y asistencia a animales heridos, incautados de tráfico ilegal o abandonados, pero sólo justifiquen la reproducción en cautividad de aquellos animales cuyas crías contribuyan a la conservación de la especie y puedan luego ser reintroducidas en su medio natural. 

Zulohaga. Histórico miembro de ETA que recibía los encargos de construir los minúsculos escondrijos que servían para ocultar a las personas que durante su periodo de actividad la banda terrorista secuestraba.

Zumeria. Civilización antigua que, según el decir de algunos, pasó a la historia fundamentalmente por haber inventado el zumo. En cualquier caso -y aunque este Ficcionario siempre ha sido más devoto de la cerveza, que al parecer tiene cuna egipcia-, aprovechamos la ocasión para brindar por todos los lectores que, en un momento u otro, nos acompañaron y comprendieron el irónico sentido de la denuncia. Escribir con faltas de ortografía es algo que traspasa la mera incorrección formal y salpica también, empañándolo y desvirtuándolo, al contenido pretendidamente expresado, como a lo largo de esta sección hemos querido demostrar. Late en el fondo, es verdad, un deseo de desahogo terapéutico ante lo que, desde el ejercicio de la profesión de enseñante, ya se viene percibiendo desde hace mucho tiempo como una batalla difícil contra la proliferación descontrolada del delito ortográfico, no sólo en los medios escolares. Que cualquiera pueda encontrar sin dificultad multitud de errores sintácticos y ortográficos en libros de prestigiosas editoriales o en diarios de las principales cabeceras da idea de la magnitud del descuido y abandono de tan fundamental exigencia. Es el sino de nuestro tiempo al que, sin duda, otros distintos sucederán. ¡Salud! @mundiario

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