El Ficcionario denuncia muertes por incomparecencia en alta mar

Inmigrantes ahogados. / Lusmore Dauda
La mayoría de los inmigrantes ahogados en el Mediterráneo son jóvenes subsaharianos. /Lusmore Dauda

El mar Mediterráneo se convirtió durante 2017 en el mayor cementerio de refugiados e inmigrantes del mundo, ya que en sus aguas perecieron ahogadas, sin que pudieran recibir la ayuda necesaria, al menos 3.115 personas.

El Ficcionario denuncia muertes por incomparecencia en alta mar

Al Ficcionario de esta semana le preocupa la flotación de los cuerpos, especialmente la de aquellos supuestamente dotados de espíritu. Un espíritu, como el europeo, encogido y deshumanizado, antaño elevado y ahora hundido.

planctón (dar un). Tener esperando a alguien mucho tiempo flotando en la superficie de alta mar sin acudir a la cita. A veces, las consecuencias de esta incomparecencia son terriblemente trágicas, cuando la gente se hunde. Según un informe publicado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el mar Mediterráneo se convirtió durante 2017 en el mayor cementerio de refugiados e inmigrantes del mundo, ya que en sus aguas perecieron ahogadas al menos 3.115 personas. La OIM registró un total de 168.314 entradas a Europa, de las cuales el 70% se produjeron por Italia y el resto por Chipre, Grecia y España. A pesar de que estas cifras representan un descenso considerable (de aproximadamente la mitad) respecto del número de personas que en 2016 llegaron a Europa cruzando el Mediterráneo, 2017 ha sido el año más mortífero registrado en aguas españolas, donde perdieron la vida al menos 222 personas. En Italia la cifra de muertes descendió de 4.405 en 2016 a 2.832 en 2017 y en el este del Mediterráneo (Chipre y Grecia) el número se redujo a 61, en comparación con los 429 del año anterior. Algo no se está haciendo bien en las aguas de España. Por contra, merece especial mención, por la ayuda humanitaria que presta y las vidas que salva, la organización española de rescate y salvamento Proactiva Open Arms, cuyo barco retuvo la justicia italiana y a cuyos tripulantes, en un ejercicio de inverosímil retorcimiento jurídico más propio del mundo al revés que del mundo del derecho, acusó de favorecer la inmigración ilegal, a pesar de la obligación, conforme al derecho marítimo internacional, de socorrer a las personas que se encuentren en peligro. Tan absurdo como si por recoger a un herido en la carretera y trasladarlo al hospital te acusaran de secuestro. Así está la justicia, haciendo aguas por todas partes. ¿Acaso ignoran gobernantes y jueces que cuando se produce en alta mar la incomparecencia de los rescatadores es la muerte quien comparece a la cita?

plastico. Primera persona del presente de indicativo del verbo plasticar, que significa hablar acerca del plástico. Una reciente campaña de la organización ecologista Greenpeace ha revelado que el 90% del plástico que consumimos no se recicla y que alrededor de 12 millones de toneladas de este material acaba cada año en los océanos: asfixiando los ecosistemas, dañando a la fauna de muy diversas formas y, finalmente, introduciéndose en la cadena alimentaria. Ante esta evidente incapacidad para reciclar y gestionar los residuos, Greenpeace ha pedido a los supermercados que, para empezar, eliminen los envases de plástico en las frutas y verduras y que fomenten la venta a granel. Una cita más para proporcionar alternativas sostenibles en la forma de adquirir los productos de alimentación. ¿Comparecerán esta vez los responsables de los grandes supermercados? Mientras tanto, como las personas en el mar, algunos plásticos flotan y otros se hunden.

playhero. (angl.). El héroe de la playa, que salva vidas arriesgando la propia. Playheros de las costas griegas de Lesbos y Farmakonisi posibilitaron el año pasado el rescate de 228 personas.

playvoy. Adolescente generalmente ocioso y aficionado a los videjuegos que no tiene problemas en acudir a donde alguien, con una atractiva consola y sin necesidad de atravesar procelosos mares, le reclama.

plázida. Dícese de la plaza apacible y tranquila.

plebello. Falto de nobleza pero hermoso.

plevyscito. Referéndum que cierta marca de pantalones convoca entre sus clientes para saber, de entre las diferentes opciones, qué nuevo modelo saca al mercado. El compromiso que adquieren los participantes de este referéndum (que no requiere autorización previa) es que, salga el modelo que salga, lo tienen que apoyar comprándolo. Una pequeña exigencia del capitalismo neoliberal al sistema democrático.

pleytear. Litigar o contender judicialmente sobre la constitucionalidad de una ley. El recurso de inconstitucionalidad es un procedimiento mediante el que el Tribunal Constitucional enjuicia la conformidad o disconformidad con la Constitución de las leyes y disposiciones normativas que promulgan el Estado y las Comunidades Autónomas. Y siendo tan elevado el número de recursos planteados, a uno le entra la duda de si aquellos que elaboran las leyes lo hacen con la Constitución a la vista. Lo que no significa necesariamente que a la Constitución siempre haya de rendírsele pleytesía.

plhacer. 1. Goce que se obtiene al hacer cosas, a diferencia del que produce meramente contemplarlas. Es el disfrute correspondiente al simple deseo de hacer algo. 2. Producir deleite sensible o intelectual, por ejemplo, a través de la creación artística o literaria, del que gozan aquellos que la observan o comprenden.

plhumilla. (coloq.). Periodista que no puede escribir sin herir la dignidad o el amor propio de otras personas, haciendo que se sientan inferiores. Este tipo de ser se convierte en execrable cuando, para tal fin, utiliza como procedimiento la revelación de intimidades y vergüenzas.

plhurilingüe. Dícese de la hurí que, aparte del árabe, habla otras lenguas. Para satisfacer las demandas del mayor número posible de bienaventurados. 

plubiómetro. Aparato que sirve para medir la lluvia en relación con los seres vivos que habitan una determinada superficie, estableciendo de manera precisa si la proporción es adecuada, insuficiente o excesiva.

plusbalía. Incremento del valor de una bala por causas extrínsecas a ella. Como el que experimentaron las cinco que la mañana del 8 de diciembre de 1980 Mark David Chapman utilizó para asesinar a John Lennon. Subieron su valor como sólo lo hacen las cotizaciones más deseadas de la bolsa. Ya se sabe, la bolsa o la vida. @mundiario

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