El Ficcionario alerta sobre la conveniencia de ver para no caer en el pozo de Tales

El astrólogo que cae en un pozo, ilustración de Godefroy Engelmann.
El astrólogo que cae en un pozo, ilustración de Godefroy Engelmann.

El mecanismo de la visión es un extraordinario logro evolutivo para adaptarse funcionalmente al entorno. Otra cosa distinta es la medida en que la percepción sensible nos proporciona un conocimiento verdadero de la realidad.

El Ficcionario alerta sobre la conveniencia de ver para no caer en el pozo de Tales

Es posible, como afirmaron Platón y Descartes, que los sentidos sean una fuente de engaño que nos aleja del verdadero conocimiento, pero si de lo que se trata, antes que nada, es de sobrevivir, bien haríamos en hacerles caso. De lo contrario nos podrá ocurrir -según recuerda esta semana el Ficcionario- como a Tales, que acabó con su gozo (astronómico) en un pozo.

sanginario. Dicho de un cirujano: que extirpa de un modo cruel o feroz las anginas. Lo que añade una mayor pérdida de sangre a la que ya de por sí suele ser habitual. 

sanguinea. Dícese de la corriente de sangre que fluye por una antigua colonia española en África cuya capital es Malabo.

sarpuyido. Erupción de la piel que sobreviene en las reses que son castigadas con la puya por los vaqueros o picadores. Es curable, a no ser que posteriormente sean rematadas con una estocada.

satisfaztorio. Adjetivo que califica como bueno el resultado de una cirugía en el rostro. A pesar del rostro que tienen aquellos que ofician de cirujanos plásticos sin serlo.

saúna. Baño de calor que, cuando se toma de forma compartida, armoniza los propósitos o intereses de los que participan.

savana. Llanura muy extensa sin vegetación arbórea ni fauna, vaciada, por tanto, de animales y plantas. Es el paso previo para, por efecto del cambio climático, convertirse en desierto.

savelotodo. Que presume de saberlo todo porque todo lo ve. Algo imposible, a no ser que se trate del mismísimo ojo de Dios. El savelotodo o vidente se considera capaz de adivinar el futuro y esclarecer el pasado. Como cualquier persona, ve lo que sucede en el momento presente, pero también dice alcanzar a visualizar lo que todavía no ha ocurrido y lo que ya sucedió, en lo que acierta tantas veces como fracasa. Como cualquier persona.

saver. Conocer una cosa a través de la vista, el sentido humano más importante, según ya sentenciara Platón. Desde un punto de vista supervivencial, el mecanismo de la visión es un extraordinario logro evolutivo para adaptarse al entorno y resolver los numerosos problemas que las circunstancias nos plantean. Otra cosa distinta es la medida en que la percepción sensible nos proporciona un conocimiento verdadero de la realidad. Puede decirse, en general, que ya los primeros filósofos griegos estaban convencidos de que por muy útil que fueran, los sentidos no bastaban para garantizarnos un conocimiento seguro. Podrían haber evitado, desde luego, que Tales cayera a un pozo -de haber mirado al suelo en vez de al cielo en su afán por contemplar los astros-, pero nunca hubieran podido por sí mismos captar ese tesoro encerrado que constituía para ellos la esencia de las cosas. Porque los sentidos nos muestran una multiplicidad de individuos, de apariencias y estados cambiantes y accidentales. Y ya se sabe, las apariencias engañan. Se precisa un esfuerzo intelectual, racional, para traspasar la cáscara de los fenómenos y alcanzar el ser de las cosas; ahora bien, este intento por capturar lo que las cosas son propúsose que se hiciera de dos maneras distintas: al margen de cualquier información sensible (según recomendación del idealismo platónico) o partiendo necesariamente de ella (como prescribe el empirismo aristotélico). Siglos más tarde, el genio de Galileo alumbró el método científico al conciliar el uso de la razón y de los sentidos en el tratamiento matemático de las observaciones sensibles.

saviamente. 1. Con vitalidad, como corresponde a las plantas con savia. 2. En sentido metafórico, como corresponde al cerebro irrigado por el torrente sanguíneo.

savino. Dícese del que en algún momento pasado fue capaz de avenirse.

saviondo. Se dice del que aparenta acercarse a las profundidades de un asunto desde las alturas de un avión.

savotaje. Acción por la cual se entorpece intencionadamente la marcha de unas elecciones inutilizando las urnas, cabinas, papeletas o cualquier otro componente relevante del proceso. La forma más limpia de savotaje la llevan a cabo las dictaduras al prohibir por ley la convocatoria de elecciones como mecanismo alternativo de poder.

seat (to). (angl.). Sentarse al volante de un coche fabricado por los herederos de la antigua Sociedad Española de Automóviles.

sebero. Individuo que no concede a su cuerpo ni un gramo de grasa. La obsesión por el puro músculo es, sin embargo, un ejercicio mental poco saludable.

sebillano. 1. Sebo nacido en la capital de Andalucía. 2. Hispalense que acumula excesiva gordura.

sedicción. Alzamiento colectivo y violento contra la manera de hablar o escribir caracterizada por la pulcritud y la corrección.

segobiano. Nacido en Segovia pero afincado en el desierto del Gobi. ¡Ver para creer! @mundiario

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