Un fenómeno viral que rinde tributo a Kim Kardashian: Anastasiya Kvitko
Anastasiya Kvitko se ha trufado de silicona y no ha parado de hacerse selfies hasta convertirse en un fenómeno viral que imita a las Kardashian.
Se me aparece de noche, de día, durante la siesta, o cuando me pongo a buscar Pokemons. Es un fenómeno viral que no para de trepar en twitter sobre todo. Se llama Anastasiya Kvitko y no sé si existe de verdad. La moza se ha trufado a silicona y parece que quiere ser una versión esteparia de Kim Kardashian.
Y yo flipo, y yo me levanto por la mañana y, al encender el móvil me la encuentro después de un tuit de Pablo Iglesias, frente a un espejo, muy hermosa ella, casi sin ropa, con una oda a la silicona en los labios y otra oda a los polímeros inorgánicos en el trasero y en la delantera. Ni la estanquera de Fellini. Parece la hija de Michelín, una Pamela Anderson delante de los espejos de feria, una víctima más de esta posmodernidad que convierte a Kim Kardashian en un icono del vacío, como diría el sociólogo Christian Salmon.
Y ahí está la chica con toda una vida por delante, domesticada bajo la presión de ser una celebridad a costa de lastrar átomos de silicio y oxígeno alternados durante años. Un triunfo más de la posmodernidad, de la tele, de las redes sociales en las que se maldice a las viudas de los toreros y se retuitean frases tan cursis como "El amor no falla, fallan los enamorados". Vaya mundo.
La silicona de la Kvitko confirma la sentencia de una limpiadora rusa a la que conocí hace unos meses: "En mi país, o votas a Putin, o votas el caos".
