El fenómeno efímero de la reverberación y el sonido permanente de la muerte

Ilustración de la violencia contra la mujer.  www.protestantedigital
Ilustración de la violencia contra la mujer. / www.protestantedigital

Hoy no recibimos un programa de concierto, con obras de Bach, Amadeus o Beethoven, solo miramos con cierta indiferencia, la lista de los muertos en el noticiero de la mañana.

El fenómeno efímero de la reverberación y el sonido permanente de la muerte

La ligera permanencia del sonido una vez que la fuente ha dejado de emitirlo, eso es en forma simple la reverberación. Los expertos miden una y otra vez para aproximar el tiempo ideal en una sala de conciertos, disparando repetidamente al aire un revólver. Con su sonido buscan la medida exacta para ajustar los elementos que ayudarán a que la orquesta suene fantástica y el público termine extasiado, rendido en pleitesía al director y a los ejecutantes.

A cielo abierto en nuestras calles no hay reverberación, porque el sonido de las armas no se acalla nunca en el alma de las madres, ni en las comunidades que sirven de caja de resonancia a la masacre que se torna en concierto de muerte, cada noche de fin de semana. 

No hay aplausos ni vítores para nadie, solo hay dolor y llanto que de a poco se diluye con el viento, transformándose en un silencio que suda ansiedad, convencido de que no pasará mucho tiempo para que inicie el segundo acto, con una ráfaga de esos instrumentos de muerte que no están afinados que ni siquiera son legales, pero que dan siempre la misma nota, fuerte, constante e infinita.

Es paradójico que con un revólver se puede afinar una sala de música de la misma forma que con su uso, se aumentan en forma dramática las estadísticas de vidas segadas por la violencia.  Hoy, no recibimos un programa de concierto, ya no aparecen listadas las obras de Bach, Amadeus o Beethoven, solo miramos cada vez con mayor indiferencia, la lista de los muertos, en el noticiero de la mañana. @mundiario

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