Fantasmas sexistas y viagras rosas: ¿hay discriminación de género?

Viagra rosa.
Viagra rosa.

La reciente aprobación de la que se ha llamado “Viagra femenina o rosa” plantea una serie de preguntas, no todas científicas. ¿Viagra? ¿Rosa? ¿Femenina? ¿Solución final?

Fantasmas sexistas y viagras rosas: ¿hay discriminación de género?

La reciente aprobación de la que se ha llamado “Viagra femenina o rosa” plantea una serie de preguntas, no todas científicas. ¿Viagra? ¿Rosa? ¿Femenina? ¿Solución final?

 

Hace poco más de una semana el BRUDAC, comité científico asesor de la FDA (Food and Drug Administration) en la aprobación del uso y comercialización de medicamentos en Estados Unidos, emitió un juicio positivo (18 votos a 6) en relación a la Flibanserina o la mal denominada “Viagra Rosa”.

Mal llamada “Viagra rosa” debido a la divergencia entre los mecanismos de acción de la famosa pastilla azul masculina y la tan femenina dosis en rose. Si las distintas píldoras comerciales tipo Viagra activan el flujo sanguíneo hacia los genitales masculinos inhibiendo la fosfodiesterasa-5 (PDE5), facilitando y manteniendo la erección, la versión femenina es fruto de la síntesis de un antidepresivo que no obtuvo los resultados esperados y Boehringer vendió al actual postulante Sprout en 2010. Su principio activo se basa en la una acción dual sobre los receptores de serotonina 5HT que a priori mejoraría los síntomas del “Desorden de Deseo Sexual Hipoactivo” (HSDD), padecido según algunas estadísticas por el 7% de las mujeres premenopáusicas. Esto supone confusión en público y pacientes, mezclándose conceptos bien diferenciados en la literatura científica como son la excitación, la atracción, el deseo y el comportamiento sexual que se fundamentan en diversos componentes psicológicos, culturales, físicos y hormonales, estando estos elementos solapados e interrelacionados y no suscritos a un único elemento activador.

Otro importante factor a tener en cuenta es que los fármacos para hombres se consumen ante la expectativa de una actividad sexual inminente y el femenino diariamente para obtener el efecto deseado sobre la química cerebral. Este consumo prolongado en el tiempo y los efectos adversos consiguientes que se han descrito incluyendo síntomas como náuseas, mareos, somnolencia, bajadas de tensión e incluso síncopes, han hecho que los evaluadores rechazaran hasta en dos ocasiones anteriores la recomendación de la aprobación de este medicamento por parte de la FDA. No solo estos efectos condicionan su aprobación, ya que los estudios publicados señalan una más que modesta mejora de la libido consistente en un solo episodio sexual más al mes en las mujeres tratadas respecto de las que tomaron un placebo. Además, a la tercera no ha ido totalmente la vencida, puesto que el serio riesgo de accidentes que suponen estas bajadas súbitas de tensión, y que pondrían en peligro a las pacientes, han hecho que la emisión de esta tercera decisión haya estado supeditada a la voluntad del fabricante – que ya dispone desde la toma de la misma de una inversión privada de 50 millones de euros según la revista Forbes - de implementar (de manera no obligatoria) medidas de gestión del riesgo como el etiquetado de advertencia.

Pero lo que más ha fomentado esta tercera evaluación no es la futurible visión de hordas de damas libidinosas y apetentes que ya han vaticinado algunos humoristas al conocer la noticia, sino la presión que han ejercido 24 asociaciones femeninas (http://eventhescore.org) sobre la FDA. Este movimiento alega que supone una discriminación de género que existan en el mercado más de 20 fármacos destinados a la mejora de la vida sexual de los hombres y ninguno para las mujeres, y que con sus negativas la agencia federal estaría coartando el derecho de la mujer de decidir si está en disposición de sufrir tales efectos negativos y peligrosos en favor de disfrutar de una vida sexual plena. Por supuesto la iniciativa ha sido apoyada por el fabricante y otra farmacéutica canadiense productora de sustitutivos hormonales para la menopausia, considerando que es el fantasma de un organismo gubernamental retrógrado el que se cierne sobre la igualdad de derecho al tratamiento de la disfunción sexual en hombres y mujeres lo que debe motivar una decisión científica, y no los efectos toxicológicos y la discutible relación causa-efecto entre el fármaco y este tipo de desorden manifestados por el comité, rechazando su aprobación unánimemente ya desde un primer momento.

 

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