Europa estudia la autorización de un pasaporte que indique si los viajeros están vacunados

Turistas-aeropuerto-Malaga_1506760219_126375315_667x375
Turistas en el aeropuerto de Málaga, España, en medio de la pandemia de coronavirus. / El País
Otra posible forma en la que cambiarán los hábitos sociales y económicos a escala global está a punto de instalarse en esta era que llamamos ‘nueva normalidad’, aunque la etapa de desarrollo pre-pandemia aún esté lejos.
Europa estudia la autorización de un pasaporte que indique si los viajeros están vacunados

El mundo ha cambiado para siempre. La forma en la que los países y las sociedades de todo el planeta se relacionan entre sí ya es totalmente diferente de la era de la globalización que durante décadas colocó a la humanidad en una senda de desarrollo, pero más allá de eso, la urgencia actual es devolver el estado de la salud pública global para que la dinámica del sistema de vida pueda volver a su cauce. Dicho de otra forma, no habrá normalidad plena hasta que la pandemia sea controlada con mucho más que una vacuna. 

Es por ello que los países de la Unión Europea (UE) han empezado la vacunación frente al coronavirus de los primeros grupos de población —personas vulnerables de 70 años o más y profesionales sanitarios— con un tema muy importante sobre la mesa y que será clave para ganar tiempo de contener la pandemia mientras se aplican las inmunizaciones: la necesidad o no de crear un “pasaporte vacunal” imprescindible para cruzar fronteras, como ocurre en más de 30 países con la fiebre amarilla.


Quizás también te interese:

El Parlamento británico aprueba el acuerdo comercial del Reino Unido con la Unión Europea


Esto implica que los turistas extranjeros que deseen visitar la Unión Europea deberán mostrar en su pasaporte un comprobante de vacunación contra la Covid-19, e incluso tramitar ante los consulados de sus países en Europa la emisión de ese “pasaporte inmunológico” en caso de que Bruselas disponga la logística diplomática necesaria para imprimir esos pasaportes especiales en medio del ambicioso programa de inmunización que ya arrancó en el viejo continente.

Por su parte, Francia no apoya la implementación de “un pasaporte inmunológico que restrinja el movimiento de viajeros dentro y fuera de la UE”. El Gobierno francés manifestó su descontento en la reunión del Comité de Seguridad Sanitaria de la Comisión Europea —órgano formado por expertos de los Gobiernos de los Estados Miembros— celebrada el 7 de diciembre, según consta en las actas del encuentro. “El certificado sería aceptable como prueba de que una persona ha sido vacunada y, por tanto, no sería necesario someterse a pruebas (PCR) o cuarentenas al llegar a un país”, siguió defendiendo el representante francés.

Entonces, la posición de París es taxativa al dejar entrever que las restricciones sanitarias no deberán aplicarse sobre los visitantes porque, en teoría, para entrar a la UE deberán mostrar ese pasaporte vacunal, y si no lo poseen, su entrada será bloqueada. 

España mantuvo una posición similar al recordar que “las PCR negativas actualmente exigidas a viajeros procedentes de otros países podrían dejar de ser necesarias con la existencia del certificado”. La posesión de este documento dejaría así de ser un requisito de obligado cumplimiento para convertirse en un incentivo para que los viajeros se vacunen. Es decir, las industrias turística y aeronáutica europea podrían ver un repunte de sus ingresos y sus clientes debido a que el acceso a un continente donde ya empieza a crecer la ola de inmunidad contra la pandemia podría motivar a ciudadanos de muchas partes del mundo a viajar a Europa para protegerse del virus, siempre y cuando lleguen vacunados desde sus países, pues la prioridad de las naciones de la UE es vacunar primero a sus poblaciones, luego a los inmigrantes, en caso de que se despliegue la infraestructura necesaria para tal fin. 

Bélgica, por su parte, se mostró “a favor” de algún tipo de certificado vacunal, aunque prefiere que se haga “a nivel global con la participación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, dijo el delegado del Gobierno belga en un comunicado.

Esta sería la dinámica de la nueva ‘diplomacia sanitaria’ mundial que tendrá lugar si este tipo de medidas son aplicadas para evitar que una tercera o cuarta ola de la pandemia supere la velocidad de los sistemas de vacunación en todos los países del mundo. 

La Comisión Europea viene discutiendo la aplicación de ese pasaporte a través de un certificado de inmunización anexado al documento de viaje. De esa forma, se garantizará la protección sanitaria de millones de personas que a diario abordan el agitado tráfico aéreo global. 

Otra posible forma en la que cambiarán los hábitos sociales y económicos a escala global está a punto de instalarse en esta era que llamamos ‘nueva normalidad’, aunque la etapa de desarrollo pre-pandemia aún esté más lejos de lo que se creía. @mundiario 

Comentarios