Un estudio de ACNUR destapa multitud de violaciones masculinas en Siria

Niños sirios refugiados
Niños sirios refugiados. / ACNUR

A pesar de que las principales víctimas de violaciones y violencia sexual siguen siendo las mujeres, un nuevo informe de ACNUR ha detectado la multitud de casos de violaciones masculinas. Algo que sufren de forma “casi diaria” cientos de niños por parte de jóvenes de mayor edad.

Un estudio de ACNUR destapa multitud de violaciones masculinas en Siria

Las violaciones a hombres y niños se cometen tanto dentro como fuera de Siria. El estudio publicado por ACNUR se basa en las entrevistas realizadas a 196 sirios que viven refugiados en países vecinos como Irak, Líbano y Jordania. Entre sus testimonios, abundan los relatos sobre violaciones masculinas, mutilaciones y disparos en los órganos genitales.

A pesar de que las violaciones y abusos sexuales a hombres y mujeres son algo común en los contextos de guerra, el estudio publicado este mes de diciembre asegura que los casos de violaciones, tortura y explotación sexual a hombres y niños que huyen de la guerra en Siria son mucho más comunes de lo que se pensaba.

El entorno escolar y laboral, principales escenarios de las violaciones masculinas

> Gays, bisexuales, transgénero o intersexuales tienen un riesgo mucho más alto de sufrir violencia sexual.

> Violaciones y torturas sexuales son cometidas por ambas partes del conflicto como instrumento de guerra. Un peligro que no termina cuando cruzan la frontera del país.

> La violencia con objetos y el uso de armas están muy presentes entre los testimonios de las víctimas de agresiones sexuales.

> Estos casos han sido detectados en víctimas de todas las edades, desde los 10 hasta los 80 años.

> Entre los niños y menores víctimas de violaciones, abundan los episodios catalogados como acoso escolar que esconden violaciones y actos sexuales de forma casi diaria a manos de jóvenes más mayores. El abandono escolar, un entorno propicio para este tipo de abusos, se dispara ante esta situación.

> Entre los hombres refugiados sirios, el entorno laboral, especialmente cuando se trata de trabajos ilegales y economías sumergidas, es el escenario de gran número de casos de chantaje y explotación sexual.

> La mayoría de quienes viven por debajo del umbral de la pobreza se ven obligados a aceptar estas vejaciones para conseguir algo de dinero. Ibrahim, refugiado en Líbano, nos cuenta cómo su amigo es chantajeado por su jefe de 60 años, que no le pagará si no recibe favores sexuales a cambio: “Mi amigo no puede dejar el trabajo porque lo necesita para pagar el alquiler y mantener a su familia. Tiene 30 años, está casado y tiene familia, pero no puede hablar con ellos de esto”.

> Cuando refugiados sirios como el amigo de Ibrahim acceden, el abuso continúa a través de chantaje mediante fotografías y vídeos sexualmente humillantes.

Detenciones y prisiones improvisadas en Siria

El momento de la detención y las prisiones improvisadas son los lugares más comunes de este tipo de aberraciones, que suceden tanto dentro como fuera del país.

Es el caso de Tarek, quien relata sus vivencias tras ser detenido en la guerra de Siria junto a 80 personas más.

“Cuando estaba detenido en Siria fui torturado de todas las formas posibles. Éramos 80 personas en una celda, sin luz durante 30 días. Estábamos todos desnudos. Por la noche, nos colgaban de las manos y nos torturaban con descargas eléctricas en los genitales. Entraban en la celda para violarnos, pero estaba oscuro, no podíamos verlos. Todo lo que podíamos oír era que la gente decía: "¡Para! ¡No! ... Pensé que moriríamos”.

 

Una experiencia que está, tristemente, muy lejos de ser un suceso extraordinario.

Los supervivientes sufren secuelas irreparables

Ahmed es consciente de que el dolor físico y emocional tras un episodio de violencia sexual es casi imposible de superar. Su tío, quien sufrió horribles abusos durante su detención en Siria, nunca llegó a recuperarse y poco más tarde, murió.

“Unos meses después de ser liberado, nos dijo que no había ni un solo punto de su cuerpo que no hubiera sido sometido a un taladro eléctrico. Fue violado. Después de ser liberado, dejó de comer y se volvió alcohólico. Murió de un fallo en el riñón”.

“Nos enfrentamos a un círculo vicioso y a una cultura del silencio”

El Alto Comisionado de ACNUR para la Protección, Volker Türk, asegura que la poca ayuda disponible y la falsa idea de que este es un problema poco común, no ayudan a erradicarlo: “Se trata de testimonios muy alarmantes que revelan cuan grave se ha vuelto el riesgo de sufrir violencia sexual para mujeres y niñas, y, como muestra este reciente informe, también para hombres y niños. Y también está claro que aquí nos enfrentamos a un círculo vicioso: escasa ayuda disponible, limitado acceso a hombres víctimas de la violencia sexual, servicios inaccesibles y una cultura del silencio. Todo ello refuerza el mito de que este problema es poco común”.

Con este informe, ACNUR busca sensibilizar sobre la realidad que viven hombres y niños sirios y pone el foco en la prevención para evitar que esto siga pasando además de dar una mejor atención a los supervivientes que han sido víctimas de episodios de violencia sexual.

Puedes enviar ayuda a las víctimas de la guerra en Siria a través de la Agencia de la ONU para los Refugiados. @mundiario

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