¿Estamos alimentando de forma disimulada la sanidad privada con el dinero público?

Manifestación en defensa de la sanidad pública en Vigo.
Manifestación a favor de la sanidad pública en Vigo.

El autor opina sobre la sanidad en España, centrándose en Galicia, en donde afirma que los beneficiarios de la sanidad privada aumentan en gran medida por las listas de espera en los centros públicos.

¿Estamos alimentando de forma disimulada la sanidad privada con el dinero público?

¿La sanidad pública en España y, particularmente, en Galicia, funciona tan bien como realmente nosotros mismos creemos? ¿Por qué parecen crecen los beneficiarios de la sanidad privada?

Es probable que la decisión de los ciudadanos de dirigirse a la medicina privada no tenga que ver con otra cuestión que el ansia de recibir un primer diagnóstico urgente de su o sus problemas físicos, algo que resulta imposible conseguir en los centros públicos, estos con larguísimas listas de espera para una simple exploración de rodilla, una radiografía de tórax, la atención de un neurólogo, etc. No es tan larga la demora de los especialistas de medicina familiar en los centros de salud; pero entrar en estos para la inmensa mayoría de los casos ajenos a cuestiones gripales o dolores circunstanciales, es pasar a engrosar las ya de por sí amplias listas de espera en centros como el Abente y Lago, el CHUAC o el centro de Especialidades Médica de O Ventorrillo.
 
¿Esto es lo que realmente estamos pagando y de lo que nadie quiere hablar cuando se evidencian recortes en la asistencia sanitaria que son más que demostrables?
 
Hace años la red sanitaria gallega disponía de, además de centros privados, buen número de hospitales semipúblicos que regían instituciones municipales e incluso religiosas y que iban, en A Coruña, sin más, desde la Casa de Socorro al Hospital Municipal Labaca, con toda una amplia cohorte de sanatorios, clínicas, etc., privadas que fueron desapareciendo a medida que se ampliaba la red pública, especialmente desde la puesta en marcha del entonces hospital Juan Canalejos, hoy CHUAC. Pero la tardanza en atender a los pacientes logra que estos causen alta en las compañías de seguros médicos privadas.
 
¿No estaremos alimentando de forma disimulada la sanidad privada con el dinero público? ¿El céntimo sanitario, como sobrecosta del consumo de combustible, contribuye a todo ello?
 

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