La esposa de El Chapo rompe el silencio y habla sobre el narcotraficante

Emma Coronel, esposa de El chapo
Emma Coronel, esposa de El Chapo. / www.telemundo.com

La antigua reina de belleza Emma Coronel brindó una entrevista a la cadena de televisión Telemundo, en la que habla sobre su relación personal con El Chapo, al que intenta defender y presentar como víctima.

La esposa de El Chapo rompe el silencio y habla sobre el narcotraficante

Emma Coronel, una antigua reina de belleza, es la esposa del líder del cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, conocido mundialmente como El Chapo. A sus 25 años de edad, es la tercera esposa del narco. Están  casados desde el año 2007. Ella nunca había hablado acerca de su vida y de la relación que tiene con el narco. Pero finalmente decidió brindar una entrevista a la cadena de televisión Telemundo. Lo hizo para demostrar que no todo lo que se dice sobre su marido es verdad.

La cadena Telemundo ha hecho pública la entrevista, en donde se ve a Coronel completamente enamorada de El Chapo  reclamando por las supuestas agresiones que él sufre y denunciando que es muy cruel lo que hacen con él. “No lo dejan dormir, no tiene privacidad ni para ir al baño. Hay perros custodiándole”, dijo Emma Coronel a Telemundo.

Cuando la periodista Anabel Hernández le preguntó si ella sabía que él traficaba con drogas, le contestó que no sabía y que a ella no le consta que él trafique con drogas. “Es un hombre bueno. No es violento, ni grosero, nunca lo he visto decir una mala palabra. Sus niñas le adoran y preguntan constantemente por él”, dijo Coronel en la entrevista.

Según su esposa, todo lo que se dice de él son rumores y las personas que lo dicen no tienen como  probarlo puesto que él no ha sido juzgado ni sentenciado y tampoco se han comprobado sus delitos. Emma es una exreina de belleza y actualmente tiene dos hijas producto de su relación con el narco. Coronel asegura que ella teme por la vida de su esposo. Por último dijo que le hubiese gustado que su esposo fuera menos señalado y que no siempre estuviera en el ojo del huracán.

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