España solo acepta 1 una de cada 20 solicitudes de asilo
España solo acepta 1 de cada uno de cada 20 solicitantes de asilo, un 5% del total, recibió algún tipo de protección el año pasado, según el portal estadístico comunitario Eurostat. De esta manera, el Ejecutivo de España se ha situado en 2019, en el final de la lista de los países europeos en aprobación de solicitudes de asilo. Un porcentaje similar al de Hungría, un país que ha respondido a la llegada de refugiados con la construcción de vallas. La media europea es de alrededor de un 30% de respuestas favorables.
Ahora bien, el desplome de la tasa de reconocimiento española, que ya era una de las más bajas de la UE, se asocia a la llegada de miles de solicitantes venezolanos a los que, por no cumplir los requisitos para ser reconocidos como refugiados, se les deniega la protección.
No obstante, el Gobierno español, les concede un permiso humanitario para que puedan vivir y trabajar de forma regular durante dos años. Dado que más de un tercio de los 118.264 solicitantes de asilo llegados el año pasado eran de Venezuela, la Oficina de Asilo, decidió priorizar estos expedientes para descongestionar el sistema que colapsó. Durante el año 2019, al menos 40.000 venezolanos tuvieron sus solicitudes denegadas, pero se beneficiaron de este permiso humanitario.
El informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), presentó los datos este martes, y estima que este reconocimiento humanitario constituye “un claro avance respecto a periodos anteriores”, pero, en términos generales, reconoce que los números de 2019 son negativos.
En ese sentido, de un total de más de 60.000 resoluciones, solo se otorgó el estatuto de refugiado a 1.653 personas y se ofrecieron 1.503 protecciones subsidiarias, los dos tipos de protección que contempla la Convención de Ginebra para los refugiados. “Las cifras resultan particularmente alarmantes por las denegaciones de asilo a personas que huyen de Colombia o de los países donde impera la violencia de las maras, así como el no reconocimiento de algún tipo de protección a las personas que llegaron a nuestro país a través de los barcos Aquarius y Open Arms huyendo del infierno que vivieron en Libia”, ha señalado la directora general de la organización, Estrella Galán.
Asimismo la Cear ha criticado el reducido número de solicitudes que se realizaron el año pasado en puestos fronterizos (7.020) y en embajadas y consulados (307). “Esto evidencia la falta de vías legales que permitan acceder a las fronteras españolas sea por vía marítima, aérea o terrestre, en particular a las oficinas de asilo de Ceuta y Melilla para las personas de origen subsahariano”, ha denunciado Galán. “Lamentablemente las personas refugiadas siguen sin tener la posibilidad de pedir el traslado desde nuestras embajadas para solicitar asilo, una medida contemplada en la ley y que evitaría viajes con un infinito coste humano para miles de personas”.
La vocera de Cear, criticó la reciente imposición de España de un visado de tránsito a diversas nacionalidades que suelen cumplir con los requisitos para beneficiarse de la protección internacional. “La política de visados impuesta por España está determinando el perfil de los solicitantes de asilo en nuestro país, dificultando enormemente la llegada de nacionales de Siria, Yemen o Palestina, entre otros, al imponerles un visado de tránsito. Estas decisiones se convierten, en la práctica, en una herramienta selectiva de control de fronteras”. A su juicio, es indefendible que España imponga obstáculos como el visado de tránsito a quienes que huyen de países que viven graves conflictos y no tengan otra forma de solicitar asilo en nuestro país que arriesgando sus vidas poniéndolas en manos de traficantes de personas. @mundiario
