España está quedándose sin talento para investigar y trabajar, inmersa en la crisis

El progreso solo es posible gracias a los investigadores.
El progreso solo es posible gracias a los investigadores.
Si un país no apoya la investigación y la ciencia, la cultura y la educación, y sigue expulsando el talento, será un país hipotecado y dependiente el día de mañana. ¿Es lo que le espera a España?
España está quedándose sin talento para investigar y trabajar, inmersa en la crisis

A finales de 2011, cuando el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia cerraba laboratorios, una de la víctimas del ERE fue la bióloga Nuria Martí que trabajaba en un programa de medicina regenerativa. El destino quiso que el mismo día que le rescindían el contrato en ese centro fuera aceptaba como investigadora en el Oregón Health & Science University y el miércoles pasado esta joven investigadora saltó a la fama por ser la cuarta firmante del trabajo que describe la obtención de células madre embrionarias, un logro de la biología y un salto enorme en la investigación biomédica.

En Galicia supimos del caso de Diego Martínez Santos que trabaja en el Instituto de Física de Partículas de Holanda -el Nikhef- y el mismo día que la Sociedad Europea de Física le otorgaba el premio al mejor joven físico experimental de Europa, era rechazado por el programa "Ramón y Cajal" -que tienen entre sus objetivos facilitar el regreso de jóvenes investigadores-, porque nuestro compatriota "no daba el nivel". ¡Que Dios les conserve la vista!.

Y muy cerca de nosotros, la Universidad de Santiago tuvo que prescindir de docentes e investigadores del programa Parga Pondal al no poder ofrecerles la estabilidad laboral que merecían después de captar fondos para la propia universidad, impartir muchas horas de docencia y haber dirigido numerosos trabajos de investigación. Una pérdida de profesionales capaces y con productividad elevada.

Hay más casos de marcha forzosa de cerebros. Si a ellos se suman los jóvenes titulados que emigran a Alemania, a Inglaterra y a otros países dónde aportan sus saberes y su energía a los procesos productivos, lo que queda aquí es un panorama tan desolador como el que describía Rosalía: "iste vaise e aquel vaise e todos, todos se van". Parafraseando a la Cantora del Sar, España -y Galicia- se quedan sin talento para trabajar, investigar...

Una desgracia, porque el progreso que hemos alcanzado en todos los campos es una realidad gracias al trabajo de los investigadores en la soledad de las bibliotecas y en el silencio de los laboratorios. Si un país no apoya la investigación y la ciencia, la cultura y la educación -recuerden la que se está montando con la LOMCE-; si no sabe valorar el conocimiento y sigue expulsando el talento, ese país no está en condiciones de diseñar y escribir hoy su futuro y será un país hipotecado y dependiente el día de mañana. Es lo que nos espera.

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