La escritora Bibina Collado reflexiona sobre la violencia con los alumnos del IES. Tháder

Bibina Collado, poetisa. / RR SS.
Bibina Collado, poetisa. / RR SS.
Declaraba Bibiana Collado que su poemario El recelo del agua, Finalista del Premio Adonais, era una reivindicación de las clases sociales que nunca habían tenido voz.
La escritora Bibina Collado reflexiona sobre la violencia con los alumnos del IES. Tháder

El pasado viernes, 25 de noviembre, la poetisa Bibiana Collado visitó el IES. Tháder, de Orihuela, con motivo de los “Encuentros literarios” programados por el Ministerio de Educación y Cultura. Los alumnos de Cuarto de ESO y Primero de Bachillerato asistieron a dos sesiones donde la autora, de forma apasionada, defendió la virtud de la poesía como una mirada al mundo que señala aquellos sentimientos que no se pueden verbalizar.

Declaraba Bibiana Collado que su poemario El recelo del agua, Finalista del Premio Adonais, era una reivindicación de las clases sociales que nunca habían tenido voz. De alguna manera, las nuevas generaciones tenían que arrostrar en muchos casos el lastre de esa condición basada en el arduo trabajo y en la falta de oportunidades para prosperar. Su poesía, en este libro, manifiesta que el pasado, los orígenes, nuestros ancestros y nuestras raíces condicionan nuestra personalidad, aunque hayamos prosperado y hayamos tenido más oportunidades que las que tuvieron nuestros padres o abuelos.

Con el poemario Violencia, la escritora respondió con vehemencia a muchas preguntas de los alumnos que habían leído sus textos en las clases de Lengua a lo largo de las dos últimas semanas. Para Bibiana Collado, este último poemario, publicado por La Bella Varsovia, es una reflexión sobre el lenguaje que la violencia de género emplea para marginar a las víctimas y justificar a los verdugos. Los golpes, el discurso acusador de los otros, la resignación, la culpabilidad son algunos de los motivos que inspiran esta obra. La crudeza se impregna, sin embargo, de una belleza estética en la que la vida de las madres y de las hijos penden de la supremacía del agresor; agresor que nunca se nombra en los poemas, pero que está ahí.

Aseguraba Bibiana Collado a los alumnos que la poesía en Violencia no va a cerrar heridas, pero, al menos, es un alivio poder expresar a través de la palabra una realidad tan cruel y, a veces, silenciada por la propia familia. El poemario, que va ya por su tercera edición, ha llegado a más lectores que cualquier artículo de opinión que hubiese publicado en prensa, confiesa la autora, como si, en la poesía, hubiese una clase de mirada mucho más profunda y emocional que influye con determinación en el receptor;  porque todos, de alguna manera y en algún momento, especialmente las mujeres, han sido objeto de violencia en una sociedad que da por superada, en muchas ocasiones, la incidencia de estas conductas, su daño silencioso e irreparable. @mundiario

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