En un escenario crítico y sin control muere una adolescente

El domingo 31 de mayo, en una de las salas del Hospital Julio Perrando, en la Ciudad de Resistencia, capital de la provincia de Chaco, falleció la víctima más joven desde que se inicio la pandemia del SARS-CoV-2 en Argentina; la adolescente de 14 años padecía, según los informes periodísticos, de lupus como enfermedad de base, pero que había sido internada por un cuadro agudo de neumonía provocado por el coronavirus, aunque existe la posibilidad de que haya padecido un contagio intrahospitalario ya que, por el momento, en esa institución hay 52 personas internadas con el virus, pero además se reportaron contagios entre médicos, un kinesiólogo y varios integrantes del personal de Enfermería.

Esta provincia, al igual que muchas provincias del norte argentino, padece una grave crisis económica y financiera, con una gran desigualdad social, que puede palparse al recorrer algunas zonas de la ciudad capital, donde la informalidad laboral aumenta en forma paralela con su economía, lo que hace muy difícil sostener el cumplimiento de la cuarentena y el aislamiento (la gente sale, aún teniendo el riesgo de contagios, a ganarse el sustento), lo que podría llevar a complicar aún más la situación sanitaria. Hasta el momento, Chaco es la segunda provincia más golpeada por el coronavirus, con 53 muertos y 896 infectados.

Poblado en Argentina.

Evidentemente, la situación en Chaco es crítica; a la crisis sanitaria producto de los bajos presupuestos destinados a la salud se suman los constantes chispazos dentro del poder político liderado por el gobernador Jorge Milton Capitanich, lo que se traduce en una falta de liderazgo en el manejo de la pandemia, así como  a la hora de obtener resultados tersos. En esta crisis del sistema sanitario, también podemos incluir a las farmacias, las cuales no siguen los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud -OMS- y la Organización Panamericana de la Salud -OPS-, en cuanto a la distribución racional de las mismas que permita tener una red sustentable, que no solo contenga al medicamento como un bien social sino que incluyan la prestación de diferentes servicios (por ejemplo, si recorre la Ciudad de Resistencia le costará muchísimo encontrar una farmacia que le preste el servicio de control de la presión arterial); es evidente que las farmacias chaqueñas luchan y subsisten en un mercado leonino en el que se enfrentan entre sí y con la cadena Farmacity (en este tema tenemos la experiencia de lo sucedido en Capital Federal, donde cerraron 9 farmacias por cada sucursal de la cadena. El cierre de farmacias aumenta la tasa de desempleo y deja sin este servicio al barrio donde se encuentre).

Dentro de este contexto, se han dado hechos un tanto bipolares; por un lado el Gobierno del Chaco, a través de su Policía, impidió la realización de una manifestación de médicos que intentaban alzar su voz ante estas falencias, pero por otro lado permitieron la realización de un encuentro religioso al que acudieron unas mil personas; este último se produjo el domingo bajo una celebración por el día de Pentecostés, convocada por el pastor Jorge Ledesma, donde muchos feligreses acudieron en sus respectivos transportes cuasi un "auto-culto", emulando los auto-cines de antaño, pero hubo otros que participaron del encuentro en motos y a pie, lo cual denota una contradicción, con tintes políticos, en el manejo de la pandemia. Y digo tintes políticos porque por un lado se hostiga, asedia y desprotege a los profesionales de la salud, médicos, personal de Enfermería, farmacéuticos, etcétera, los verdaderos héroes de esta historia, y por otro lado se favorecen encuentros de masas patrocinados por la fe del hombre.

Protesta vecinal en Argentina.

Ante estos hechos, que tristemente ilustran situaciones con diferentes matices, vale recordar algunas preguntas frecuentes:

– ¿Qué pasaría si nos laváramos las manos sólo con agua?

– El agua no interacciona con los lípidos que forman parte de la membrana viral; es decir, el agua por sí sola no es suficiente para inactivarlo; pero si la asociamos con jabón logramos destruirlo.

– ¿Qué sucede con las formulaciones a base de alcohol?

– En las formulaciones de alcohol en gel, el etanol es muy útil, porque tiene más afinidad que el agua por la membrana lipídica del virus, y la disuelven. Para inactivarlo, es necesario una concentración de alcohol en torno al 60 o 70% y, en general, los alcoholes no son tan efectivos como el agua y el jabón.

– ¿Los antibióticos son útiles en el tratamiento de la enfermedad?

– Es importante subrayar que los antibióticos son agentes antibacterianos que no afectan al coronavirus ni a los virus en general. La mejor fórmula para evitar adquirir la infección del coronavirus es lavarse regularmente las manos con agua y jabón, entre otras medidas de protección.

– ¿Vale cualquier jabón?¿existe otra alternativa terapéutica de prevención?

Sí, cualquier jabón es efectivo, no hace falta ningún jabón especial; como segunda alternativa tenemos el alcohol en gel. Debemos considerar que los alcoholes son altamente deshidratantes para la piel y cambian su PH ácido -su valor normal oscila entre 4,5 y 5,9 y su valor óptimo es de 5,5- por lo que su uso continuo en formulaciones que carecen de emolientes o humectantes, acaban dañando la piel, generando dermatitis. En definitiva, lavarse las manos con agua y jabón es más eficaz y seguro. El gel hidroalcohólico es solo un complemento más en la higiene.

– ¿Hay que tenerle miedo?

– No, a lo que si debemos temer es a la falta o falsa información y a la paranoia.

– ¿A quién afecta el coronavirus?

– Hasta el momento, es muy poco frecuente en los niños; principalmente afecta a los adultos mayores con enfermedades debilitantes como inmunodeprimidos, obesidad, diabetes, enfermedades renales, cardiovasculares, etcétera.

— ¿Puedo contagiarme si recibo un sobre o paquete desde aquellos lugares con alto riesgo? llámese China, Italia, EEUU, Inglaterra, Brasil, etcétera.

— No, porque el SARS-CoV-2, o el nuevo Coronavirus, en la mejor de las condiciones podría llegar a vivir hasta 3 días, y eso es menor al tiempo de arribo, control y distribución.

– ¿El frío y la nieve matan al virus?

– No, absolutamente esto es una creencia;  las reuniones grupales favorecen el contagio; con que uno esté infectado transmitirá la enfermedad al resto (a no olvidarse que el enfermo actúa, al toser, como un rociador o difusor de este virus).

– ¿Se trasmite por picaduras de insectos?

– No, por citar un ejemplo el mosquito Aedes aegypti transmite el Dengue, la fiebre amarilla y otras enfermedades; la COVID-19 se adquiere cuando alguien tose o estornuda, ya que es una enfermedad infectocontagiosa de las vías respiratorias superiores cuyo agente viaja en las microgotas que expulsamos.

– ¿Las vacunas de la neumonía y de la gripe protegen contra este virus?

– No, ambas vacunas son para protegernos de dos enfermedades diferentes; no obstante, son vacunas fundamentales que deben ser aplicadas teniendo en cuenta los grupos de riesgo. La vacuna de la gripe se aplica anualmente, y la del neumococo ( son dos: la VPS 23 y la VPS13 conjugada) tiene un protocolo especial que pude consultarlo con el médico o el farmacéutico.

– ¿Si consumo ajo o vitamina C puedo prevenirlo?

– Falso, el peor componente en esta enfermedad es la información errónea y el pánico.

– ¿Se puede curar?

– En la mayoría de los casos se revierte; se autolimita como en muchas de las enfermedades virales; es decir, al ingresar al cuerpo este alcanza a elaborar anticuerpos que le permiten al individuo pasarla sin ninguna complicación  y sin dejar ninguna secuela. No obstante, existen grupos de riesgo que pueden morir.

– ¿Para qué sirve la cuarentena y el distanciamiento social?

– La idea de aplicar estas acciones es mantener un nivel de contagio bajo, para que el sistema de salud no sea desbordado y lo pueda manejar; si hacemos lo contrario el sistema de salud se verá totalmente colapsado. Cuando la movilidad es reducida el número de recuperados sube en mayor proporción al número de contagiados. Si no se adoptan rigurosamente estas medidas ningún sistema de salud, por más avanzado que sea, puede soportar el embate de la enfermedad. Este es un trabajo solidario y en conjunto que evita el contagio y salva vidas.

Interior de un hospital.

“No es Venezuela. No es África. No es Medio Oriente. Es la guardia del Hospital Perrando de Resistencia, Chaco, en donde no hay camillas para los ingresados en urgencias, ni insumos suficientes, ni ambulancias disponibles. La Salud Pública del Chaco en eterna crisis…”, postea en su cuenta de Facebook, Vivhiana Kek, que es oriunda de Coronel Du Graty, Chaco, Argentina. @mundiario