No es que las piedras sean mudas, es que solo guardan silencio

Paisaje.
Paisaje.

Quita del libro de la vida la palabra “desperdiciado” porque no es así el tiempo de fin de semana con tu familia, ni el que pasas casi levitando, cuando te sientes amado.

No es que las piedras sean mudas, es que solo guardan silencio

Lo escuché de alguien y motivó esta reflexión: “No es que las piedras sean mudas, es que solo guardan silencio”, o como dice el maestro Marvin Araya, director de la Orquesta Filarmónica de Costa Rica, es que cantan para adentro.  Si se puede hablar escuchando, si se puede aconsejar solo sonriendo, si se puede acompañar y motivar un cambio tan solo abrazando.  Porque escuchar con bondad es una de las mejoras cosas que podemos hacer y no hay que superar la barrera de los cincuenta, ni tan siquiera la de los cuarenta, para hacerlo realidad.

Dice el papa Francisco: “La mansedumbre, la ternura, estas virtudes humanas parecen pequeñas, pero son capaces de superar los conflictos más difíciles” sumemos a ellas el silencio y si le das la oportunidad, verás cómo actúa en ti, invitando a la oración, a la reflexión y a los buenos sentimientos.

Quitemos del libro de la vida la palabra “desperdiciado” porque no es así el tiempo de fin de semana con la familia, tampoco el que dedicas a pensar en soluciones a tus problemas, ni el que pasas casi levitando cuando te sientes amado.  Cuatro años pintando la bóveda de la Capilla Sixtina y en el centro de la obra de Miguel Angel, el manifiesto de amor infinito al hombre por parte del Creador, soplo de vida que no ha de pasar desapercibido, exhalación de agradable olor que te viene bien hacer al oído de tus hijos, quienes no escucharán tus palabras, pero sabrán absolutamente cuánto amor sientes por ellos.

La próxima vez que te venga la presión, el rencor o la envidia ¡Solo sopla! y deja que el silencio haga su parte, así lo hizo el Señor sobre los dos Adanes.  Sigue el ejemplo del Maestro, mira cuánto funcionó. @mundiario

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