"Es imposible comer sin ningún tipo de aditivos", advierte Emilio Peña, de EPSA

Fachada de la empresa EPSA.
Fachada de la empresa EPSA.
El XXX aniversario de su compañía de aditivos, EPSA, coincide con diez años de crecimiento sostenido y una previsión para el ejercicio 2013 de 28 millones de euros de facturación.
"Es imposible comer sin ningún tipo de aditivos", advierte Emilio Peña, de EPSA

La empresa de aditivos alimentarios EPSA celebra su trigésimo aniversario. EPSA sigue con el objetivo de incrementar y consolidar su posición en el mercado español con la incorporación de personal técnico comercial para atender Galicia, Navarra, La Rioja, Cantabria, País Vasco y Asturias. Asimismo ha incorporado personal en Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha, según ha explicado, Emilio Peña, presidente de la compañía. "Es imposible comer sin ningún tipo de aditivos", advierte el jefe de filas de esta empresa que se marca también como objetivo a medio plazo repetir el modelo en otros países, contando con la incorporación de miembros de la siguiente generación de la familia.

La ampliación viene avalada por las cifras de negocio que han sido positivas y sostenidas en los últimos diez años con un crecimiento de media de un 8,5 %. El último dato ofrecido por la compañía, corresponde al ejercicio 2012, cuando cerró con unas ventas de 25 millones de euros. La previsión para 2013 es llegar a 28 millones. En cuanto a producción, la empresa ha pasado de 8.000 toneladas comercializadas en 2012 a un volumen de 16.000 toneladas en el último ejercicio cerrado.

Aceitunas con sabor a anchoa

EPSA se considera "una empresa de reconocido prestigio" en el sector agroalimentario. Se dedica a la producción y distribución de aditivos e ingredientes para dicha industria. Uno de sus desarrollos más conocidos es el sabor a anchoa de las aceitunas que se consumen prácticamente en toda España, gracias a un complejo saborizante desarrollado por la compañía.

También cuenta con la distribución de unas cepas especiales de lactobacilos, un producto de gran utilidad para controlar la fermentación de las aceitunas y que fabrican bajo una patente del CSIC. Este producto permite a la industria aceitunera tener un mayor control sobre dicho proceso y por tanto unos mejores resultados.

Según explican responsables de EPSA a MUNDIARIO, “aunque nuestro mercado son las empresas de producción agroalimentaria de toda la Península Ibérica, sabemos que nuestros productos viajan por todo el mundo, porque se encuentran en el corazón de cualquier producto elaborado, desde las aceitunas, sopas, mermeladas, etc.”

En 1977 Emilio Peña Sancho, padre del actual equipo directivo, comenzó la labor de distribución de productos químicos. Esta actividad desembocó en 1983 en la actual EPSA, definitivamente especializada en la industria alimentaria.

La empresa tiene varias líneas de negocio diferenciadas. De un lado importa aditivos e ingredientes alimentarios que distribuye entre sus clientes: glutamato monosódico, ácido cítrico, almidones y un largo etcétera, productos utilizados en sopas, bebidas refrescantes, panificación y bollería, platos preparados, snacks y aperitivos entre otros. También elabora, en colaboración con sus clientes, productos intermedios o finales útiles para mejorar los procesos de los alimentos; desde hace unos años se ha convertido en una empresa de base tecnológica que investiga y desarrolla productos específicos según las necesidades de cada cliente.

En este sentido, Emilio Peña, presidente de EPSA insiste en que “EPSA es una compañía de base tecnológica porque, si bien es cierto que comenzamos con distribución y fabricación de productos básicos, ahora investigamos sobre el producto que conviene a nuestro cliente para obtener platos más sabrosos y mejor presentados”.

La compañía tiene sus instalaciones en Torrent, sobre una superficie de 6.000 metros cuadrados desde donde distribuyen a todo el mercado ibérico. También cuenta con acciones internacionales en Sudamérica, Europa y norte de África.

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