Entrevista al fotógrafo Pedro Díaz Molins, ganador de los Sony World Awards

Obsolescencia programada/ Pedro Díaz Molins
Obsolescencia programada/ Pedro Díaz Molins

Comenta Pedro Díaz que: "Este tipo de creaciones parten desde un lienzo en blanco y lo más difícil es llegar a plasmar lo que uno tiene en mente". 

Entrevista al fotógrafo Pedro Díaz Molins, ganador de los Sony World Awards

  Con motivo de ser uno de los españoles que ha ganado el Premio Sony World Awars a fotografía "mejorada", Pedro Díaz Molins nos ofrece esta entrevista en exclusiva para que conozcamos en profundidad el proceso de composición de su trabajo; un trabajo inspirado en una serena inquietud sobre objetos y figuras que parecen evadirse de la realidad sin otro fin que buscar el asilo de otro espacio insondable.

  Como escribí hace unas semanas, "Obsolescencia programada", la fotografía premiada por Sony, es la visión creacionista de la eternidad; dos ancianos reconocen que su hora de la muerte ha llegado y deciden abandonar ese mundo a través de una red de escaleras. Seguramente, la clave de éxito de esta fotografía está en esa mujer que nos mira, una estatua de sal, indecisa, que parece no aceptar su inexorable destino. 

Pregunta: ¿Qué dificultades técnicas presenta el proceso de producción de tu foto ganadora en los Sony World Awards?

Respuesta: En la creación de este tipo de fotografías quizás lo más importante sea la idea inicial. Este tipo de creaciones parten desde un lienzo en blanco y lo más difícil es llegar a plasmar lo que uno tiene en mente. Fotografiar una realidad es relativamente sencillo, con el tiempo tu ojo se acostumbra a ver lo que no todo el mundo ve, sólo tienes que esperar a que ocurra. En este caso tu creas la realidad, no la tienes presente, por lo que tiene una dificultad añadida.

P.: .¿Hasta qué punto una buena fotografía depende de un instante de iluminación en el lugar correcto? ¿O es más importante el proceso previo de composición?

R.: Existen infinidad de estilos y todos se caracterizan por una forma diferente de afrontar la fotografía. Sin embargo, todos coinciden en la existencia de un momento irrepetible y crucial que si no consigues captar, la fotografía carece de impacto. En ocasiones disponemos del tiempo suficiente para meditar la composición y asegurar un resultado óptimo, pero sin el “momento decisivo” la imagen puede ser una más del montón. En este caso estoy pensando en la fotografía de paisaje, donde puedes componer tranquilamente y esperar el momento adecuado de luz. Por otra parte, se encuentra la fotografía donde la acción ocurre en milésimas de segundo y las condiciones en las que se encuentra el fotógrafo no son las más adecuadas. En este caso, conseguir captar el momento prima por encima de la composición e incluso a veces, por encima de la propia calidad de la imagen.

P.: En tus fotografías, la elipsis de referentes, la niebla, las aguas quietas parecen abordar un sentimiento de serena intranquilidad. ¿Qué subyace detrás de ese estilo tan personal?

R.: El contraste entre las texturas suaves y la atmósfera cerrada genera una sensación de expectación. Parece que algo va a ocurrir pero no vamos a poder esperar a verlo. Esto permite que el espectador genere su propia historia. Yo aporto el inicio y cada uno termina de completar su propio final.

P.: ¿Por qué se insiste todavía en premiar fotos de lugares y no se da el salto por parte de muchos jurados a premiar trabajos como los tuyos, de mayor meditación en cocina?

R.: Me alegra que me hagas esta pregunta, como se dice en estos casos. Creo que todavía existen muchos prejuicios dentro del mundo de la fotografía. El otro día hablando con un compañero me decía que a diferencia que ocurría en la fotografía, el cine había evolucionado en mayor medida en este sentido. Siendo disciplinas que vienen de un formato similar, la película, en el cine está más que asentado el empleo de técnicas digitales, donde existen verdaderos expertos, y nadie duda cuando una película de ciencia ficción recibe el Oscar a la mejor película. Los “expertos” se empeñan en desmerecer este tipo de trabajo porque consideran que no tienen la esencia de la fotografía pero yo siempre digo, para crear estas imágenes primero he tenido que hacer fotos con una cámara y luego procesarlas con un software específico, hasta ahí hago exactamente lo mismo que cualquier fotógrafo actual, la diferencia es que yo utilizo esa herramienta de diferentes manera o en mayor medida.

P.: Lo que define a un artista es hacer universal lo local y, en esta foto, has conseguido que una escena costumbrista de Torrevieja adquiera una dimensión metafísica. ¿Estás de acuerdo conmigo?

R.: Los protagonistas de la historia son los que están sacados de una escena costumbrista de Torrevieja y,  colocados en una escena surrealista,  ha permitido que la imagen se haya universalizado. Al fin y al cabo, los fotógrafos aficionados, excepto cuando viajamos, debemos explotar los recursos locales porque no nos queda otro remedio. En cierta medida este hecho resulta de gran mérito porque siempre resulta mas fácil trabajar con lugares o personas que no estás habituado a ver, siempre te llaman más la atención. 

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