"Los médicos vemos el futuro con preocupación", advierte el doctor Luciano Vidán en MUNDIARIO

Luciano Vidán, presidente del COMC.
"No somos partidarios de los recortes fáciles, lineales y ajenos a una cuestión irrenunciable: dar una atención de calidad al paciente", asegura el doctor Luciano Vidán
"Los médicos vemos el futuro con preocupación", advierte el doctor Luciano Vidán en MUNDIARIO

El presidente de los médicos de A Coruña, el doctor Luciano Vidán.

Luciano Vidán Martínez es un médico de familia que ejerce la medicina desde hace más de 30 años. Fue médico rural y director general de Atención Primaria del Servicio Galego de Saúde. Actualmente es el jefe de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Chuac y profesor de la UDC. Desde hace cinco años preside el Colegio Médico de A Coruña y es un reconocido experto en política sanitaria. En esta entrevista habla para MUNDIARIO.

- ¿Cómo está afectando la crisis a la Sanidad pública?

- Nuestra sanidad se enfrenta a tres escenarios críticos: un aumento de la oferta casi ilimitada, como consecuencia de los avances médicos, y una demanda insaciable y exigente; una crisis económica general, que provoca restricciones presupuestarias y que, en el caso de España, ha supuesto un desplome de los ingresos públicos; y un problema de gobernanza, agudizado por el peculiar sistema sanitario español. De ahí la necesidad de abordar todas estas cuestiones mediante reformas en profundidad y no solo con recortes. Para ello se requiere transparencia, sinceridad, coraje político, tener las ideas claras y contar siempre con los mejores profesionales. Es necesario activar una serie de medidas para mejorar la productividad.

- ¿Cuáles son esas medidas?

- En primer lugar, priorizar la prevención sobre la enfermedad, además de la gestión de las patologías crónicas, la evaluación de las nuevas tecnologías, el control eficiente del gasto, la colaboración e implicación de los pacientes, la evaluación de los resultados, fórmulas alternativas a la hospitalización tradicional, la participación e incentivación de los profesionales y, sobre todo, evitar el despilfarro.

- ¿Y en el caso concreto de Galicia?

- Desde el Colegio Médico de A Coruña apostamos por la puesta en marcha de programas de uso racional del medicamento; por la implantación de programas de buena práctica clínica, que contemplen la seguridad de los pacientes, la productividad y el análisis coste-efectividad en la utilización de la alta tecnología sanitaria; por la adaptación de los servicios de atención primaria y del área materno-infantil a la nueva realidad demográfica de Galicia; por el diseño y ejecución de un plan integral de atención al enfermo crónico; por una nueva organización de los servicios de urgencia, con la integración de todos los dispositivos y niveles asistenciales; por la optimización de los recursos hospitalarios, mediante la potenciación del trabajo en red, para la atención de las patologías más complejas y/o infrecuentes; y por la puesta en marcha de órganos independientes que funcionen con absoluta transparencia, integrados por facultativos elegidos por la profesión médica, que permitan hacer real y efectivo el liderazgo y la responsabilidad de los médicos, en la organización y gestión de los servicios sanitarios.

-¿Cree que la crisis afecta directamente a la salud?

- Por todos es conocido que la salud de una población depende de la genética, de los estilos de vida, del medio ambiente y de los servicios sanitarios. De estos factores, el más importante es la pobreza. Por consiguiente, si la crisis llevara a la indigencia a determinadas capas de la población, sí tendría repercusión sobre la salud de estos ciudadanos.

- ¿Se podría hablar de burbuja sanitaria?

- Si se refiere a una burbuja al modo del sector inmobiliario, mi opinión es que no.

- ¿Cree que volveremos a tener sanidad totalmente gratuita en tiempos mejores?

- Desde la aprobación de la Ley General de Sanidad, hace más de 25 años, en España, la asistencia sanitaria es universal y gratuita. Si se refiere a los copagos, la modificación que se ha hecho del cambio de la edad por la renta de las personas, va a favor de la equidad, siempre y cuando no suponga que los más débiles queden desprotegidos.

Madrid Emergency Vehicles via Compfight

- ¿Sale alguien beneficiado con los recortes?

- Los médicos abogamos por reformas. No somos partidarios de los recortes fáciles, lineales y ajenos a una cuestión irrenunciable: dar una atención de calidad al paciente. Cualquier decisión de reasignación de recursos debe contribuir a mejorar la eficiencia de la prestación, y responder a criterios clínicos de efectividad. Solo así podremos preservar la calidad y garantizar un sistema sanitario sostenible.

- Ha subido un 3% de media la sanidad privada. El ultimo anuncio del año en un canal privado ha sido de ASISA ¿Le dice algo este dato?

- Nosotros defendemos, sin duda, la sanidad pública, en la que he trabajado toda mi vida. Ahora bien, En estos momentos de crisis y dificultades, creo que deben utilizarse todos los recursos existentes, públicos y privados, que cumplan con rigor las garantías más exigentes en los términos de eficiencia y calidad que establezca la autoridad sanitaria. Todo ello redundará en una clara reducción de los tiempos de espera y en importantes ahorros, tanto en inversiones como en gasto corriente. No olvide, que tanto la Sanidad pública como la privada, es decir el Sistema Sanitario en su conjunto, es un elemento dinamizador de la economía del país.

- ¿Cómo ve el futuro de la sanidad?

- Con preocupación. En este sentido, desde la responsabilidad de cada uno ante el presente y el futuro del país, le diré que los médicos hemos vivido el compromiso hipocrático de la beneficencia y la no maleficencia. El final del siglo XX nos llevó al principio del respeto a la autonomía del paciente. Ha llegado la hora de añadir el principio o valor de la justicia, integrando la responsabilidad del funcionamiento de los sistemas, centros y servicios sanitarios dentro del bagaje de nuestro quehacer. Asumir proactivamente el objetivo de la sostenibilidad del sistema público de salud, será una señal distintiva que deberá adornar al médico del siglo XXI, si quiere seguir cumpliendo con su vocación y misión milenaria de servicio al que padece y sufre por la enfermedad.

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