Entrega sus premios la 29ª Bienal Internacional del Humorismo en el Arte en Italia
El tema central de este certamen, que se efectúa en la ciudad de Tolentino, es la honestidad, y el primer premio correspondió al ucraniano Konstantin Kasachev, mientras que en caricatura personal lo obtuvo el bilbaino Asier Sanz.
Aunque predomina el pesimismo, la codicia y la corrupción en este mundo, la honestidad, esa virtud humana de decir la verdad, respetar los principios morales, los bienes ajenos y de ser coherente con lo que se dice, es un valor permanente en el comportamiento de los seres humanos.
Hacer trampa, mentir, robar y engañar es característico de las personas deshonestas, de las que van por la vida sembrando las semillas de la hipocresía, la mentira, y que carecen de honradez.
¿Qué nos puede sorprender si el motor principal de una sociedad es el lucro y el afán de enriquecimiento sin escrúpulos, ni miramiento alguno? ¿Nos puede asombrar que el carnicero nos robe unos gramos de la carne que compramos, si una trasnacional como la Vollkswagen es capaz de cometer una acción fraudulenta, y truquear sus motores para engañar sobre las emisiones contaminantes de los cientos de miles de autos que vende? ¿Nos puede sorprender que una empresa contrate a un trabajador jornada entera, mientras le paga media?
El humor gráfico, siempre el humor, sale al rescate de la defensa de la honestidad, en la edición XXIX de la Bienal Internacional del Humorismo en el Arte, que se realiza en la ciudad italiana de Tolentino, provincia de Macerata, en la región de Las Marcas, en la Italia central.
En su convocatoria, expresaba: “Honestidad: palabra declarada, repetida y gritada, una metáfora de un mundo honesto, limpio y antropológicamente superior, respecto a los demás, sucios y repugnantes”.
Mención, 29ª Bienal del Humorismo en el Arte, Tolentino. / Cau Gomez, Brasil.
Esta muestra, que estará abierta hasta el 28 de enero, y en el que han participado cientos de artistas de más de 40 naciones, al enviar un total de 608 obras, que incluían dibujos, esculturas, vídeos y otras, cuestiona con un punto de vista alternativo, irreverente y crítico, la deshonestidad y lo que significa cultural y políticamente.
Y es que ningún tema resulta ajeno a los caricaturistas, quienes en esta ocasión con sus dibujos nos hacen reflexionar sobre la hipocresía de la sociedad y la falsa moral, rompiendo estereotipos y abordando contradicciones, que predominan en el mundo de hoy.
El jurado internacional, presidido por el belga Rudy Gheysens, presidente del Centro Europeo de la Caricatura, e integrado por los artistas italianos: Francesco Scopola, Marco DAgostino, Marilena Nardi, Mauro Evangelista, Mauro Cicare, Marco Marilungo, Isabella Tonnarelli, Luca Giustozzi y Georgio Leggi, decidieron otorgar el Primer Premio al ucraniano Konstantin Kazanchev, por su obra donde aparecen dos jugadores de fútbol, y uno de ellos piensa de una manera distinta a como actúa.
Segundo Premio, 29ª Bienal de Tolentino. / Ramiro Zardoya, Cuba.
El segundo premio fue para el cubano Ramiro Zardoya, cuya obra “propone una interpretación introspectiva y poética de la honestidad”. El tercer premio lo ganó el rumano Ignat Mihai. También hubo menciones significativas por su nivel artístico y humorístico, para el brasileño Cau Gomez (para mí merecía el Primer Premio) y el serbio Miro Stefanovic, entre otros.
Mención - 29ª Bienal del Humorismo en el Arte. / Miro Stefanovic, Serbia.
El Premio Lugi Mari, en homenaje al fundador de la Bienal, y dedicado a la caricatura personal fue a manos del español Alfredo Sanz, por una caricatura “arbitraria” en la que interpreta a Kim Jong Un, el dirigente norcoreano, de una manera metafórica, no fisonómica. "Una verdadera obra maestra del arte de la historieta", expresó Evio Hermas Ercoli, director artístico de la Bienal.
Kim Jong Un - Premio Lugi Mari, en caricatura personal, 29ª Bienal de Tolentino. / Asier Sanz, España.
En esta edición también se le rindió homenaje al dibujante italiano Sergio Staino, al otorgársele un Premio Especial, como un reconocimiento a toda su trayectoria artística. En el acto fueron recordados sus inicios en 1979 en la revista Linus, con el personaje que lo hizo famoso en todo el mundo, Bobo, el alter ego del autor mismo. Desde entonces, Staino siempre ha expresado con afecto y sabiduría los acontecimientos de la política italiana e internacional. “Creo que Bobo es realmente el antídoto a las expresiones de odio: la sátira es un simulacro de la duda, y la duda es la clave del progreso” - expresó. @mundiario
