En Ferrol existe, dado al olvido, un monumento al hígado, erigido hace un cuarto de siglo

Las agencias internacionales de viajes llegaron en su día a incluir el monolito -único en el mundo, instalado en la localidad de Valón- como reclamo en los itinerarios turísticos de la zona.
En Ferrol existe, dado al olvido, un monumento al hígado, erigido hace un cuarto de siglo

El monumento al hígado ubicado en la localidad de Valón.

Hace algo más de 25 años (26-11-1987) se inauguraba el monumento al hígado en Valón, término municipal de Ferrol. De hecho, aquella localidad aledaña ha celebrado la efeméride en su momento. La iniciativa fue inspirada por el doctor Jaime Quintanilla Ulla (1919-2002), a la sazón alcalde (PSOE), que en una conferencia glosó las bondades del hígado estableciendo unos graciosos paralelismos con el ideario político. Así, el galeno y político llegó a decir que el corazón representaba a la derecha "porque barulla (alborota) mucho y hace poco, mientras que el hígado sería un concejal de izquierdas que desarrolla una labor callada y eficaz".

Como una aduana

El conferenciante añadió que el hígado funciona como una aduana "porque deja entrar lo bueno e impide lo malo". El alcalde acabó diciendo que el corazón humano "viene a ser como nuestro Fraga y el hígado como Felipe González". El caso es que la exaltación de la voluminosa víscera no cayó en saco roto y el entonces presidente de la Asociación de Vecinos de Valón, Salustiano Gómez le pidió apoyo a Jaime Quintanilla para erigir un monumento, encargo que materializó el artista local Guillermo Feal. En aquella época, año 1987, el acontecimiento se divulgó por los cuatro puntos cardinales.

El coste de la obra

Hubo agencias internacionales de viajes que lo incluyeron en sus rutas turísticas. La verdad es que, mientras no se demuestre lo contrario, la iniciativa es única en el mundo. No obstante, todo hay que decirlo, después de la eclosión mediática que siguió a la materialización de la propuesta, el dichoso monumento, a lo largo de este cuarto de siglo, parece haber caído en el olvido. La obra, consistente en un pedestal con la talla en piedra del hígado coronándolo, costó 450.000 pesetas que fueron sufragadas por el Ayuntamiento de Ferrol, la Xunta de Galicia y la Diputación Provincial de A Coruña.

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