¿Es viable la farmacia con los actuales convenios con la seguridad social?

La farmacia argentina vacuna a un millón de afiliados al PAMI por año, más los de IOMA y otras obras sociales, entre otras acciones saludables
La farmacia argentina vacuna a un millón de afiliados al PAMI por año, más los de IOMA y otras obras sociales.

En Argentina, todos coincidimos en que la situación “es insostenible” y necesitamos modificar las reglas impuestas si queremos tener una farmacia saludable y dispuesta a prestar un servicio de calidad.

¿Es viable la farmacia con los actuales convenios con la seguridad social?

Continuando con el artículo Parece ser que cambian los gobiernos pero la vieja política continúa, en el que hacia énfasis en la difícil situación económica-financiera de la farmacia argentina a consecuencia de la falta de pagos de la principal obra social del país. También ponía en valor que hasta el momento no solo que no se ha trazado un nuevo paradigma sino que por el contrario se continua con la vieja escuela, en donde como reza el dicho popular “para los farmacéuticos otra vez sopa”; es decir, en lugar de buscar un nuevo norte en donde se jerarquice la situación, en pos de la salud de nuestros abuelos, parece ser que se gestiona en detrimento, en donde prima la improvisación, al destacarse la intención de realizar recortes en lugar de hacer un uso racional del medicamento. Estimo que si buscaran hacer un uso más adecuado de los fármacos deberían utilizar, en el buen sentido, a quien desde la universidad se lo ha preparado para esto (el farmacéutico no ha sido considerado y se ha hecho un acuerdo que no mejora la prestación actual sino que por el contrario ratifica el modelo vigente de administración, el mismo que fue denunciado por irregularidades).

En esta foto se tiene un convenio con la obra social más grande de la Argentina el que no es cumplido en sus aspectos formales. Por definición un convenio es un acuerdo, entre dos o más grupos sociales o instituciones, por el que ambas partes aceptan una serie de condiciones, derechos y obligaciones. Un convenio debe ser equitativo en todas las aristas, y por el compromiso asumido se cumplirá en todos sus términos. La realidad indica que los Farmacéuticos somos los que financiamos las Políticas de Medicamentos de la Seguridad social, los que cotidianamente canalizamos el fármaco al paciente que lo necesita, y por otro lado, la misma Industria Farmacéutica que no cumple con los acuerdos firmados ha encauzado los mismos fuera del canal legal poniendo en riesgo la salud de la comunidad (es de público conocimiento todos los problemas que nos trajo esta metodología de trabajo).

En el mundo las farmacias tienen convenios con la seguridad social, y en general, salvo muy pocos países, son muy rentables. Argentina es un caso muy especial, porque nuestras prestaciones no se pagan con dinero en efectivo, sino con Notas de Crédito recuperables con la adquisición de nuevos medicamentos en la droguería de compra habitual, o en ocasiones con laboratorios con los que no se tiene un contacto comercial; no se respetan los plazos de pago (cobramos entre los 90 a 120 días, en un contexto inflacionario), y por si esto fuera poco las exageradas bonificaciones, más la inmensa presión fiscal están llevando a las farmacias al borde de la quiebra.

Como conclusión, deberíamos preguntarnos ¿es viable la farmacia con los actuales convenios con la seguridad social?. Todos coincidimos en que la situación “es insostenible” y reclamamos modificar las reglas impuestas, por lo que la respuesta, evidentemente, es NO.

Otras situaciones a considerar
Todas las medidas adoptadas o las decisiones traducidas en ley, y su correspondiente reglamentación, han representado un quiebre en favor de la salud de la población y de la función sanitaria de la Farmacia como efector de salud. No obstante esto no es suficiente, se necesita un modelo diferente con cambios profundos en el que la farmacia comunitaria y profesional sea sustentable. Es decir, se concluye que es necesaria y esencial la presencia de la farmacia profesional porque ha demostrado un sin número de beneficios para el paciente y el sistema sanitario: seguridad y garantías de lo que consume; consejo profesional; servicios de control de presión arterial; vacunación -la farmacia argentina vacuna a un millón de afiliados al PAMI por año, más los de IOMA y otras obras sociales-; Atención Farmacéutica para la prevención de enfermedades y la derivación oportuna al médico; seguimiento de la adherencia a los tratamientos, control personalizado en el caso de pacientes complejos (oncológicos, diabéticos, HIV); realización o conducción de campañas sanitarias, etcétera.

 

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