Elecciones, Miami style
Luego de los comicios del martes pasado, mi amigo Obdulio se ha puesto a analizar las causas que han llevado a un nuevo recuento de votos en este bendito estado de la Florida. ¿Sus conclusiones? Denles un vistazo.
El Obdu se me acerca cuando estoy por salir para el trabajo y me espeta:
-Tengo una teoría sobre los recuentos de votos en la Florida.
-Algo que parece bastante normal. ¿Será porque es el estado más sureño?
-Na. Es más complicado. Tenemos muchas anomalías.
-Bueno, explícate, explícame, explícanos.
-Para empezar, el calor de Miami hace que las boletas se queden pegadas a los dedos de los votantes. Por ahí se pierden muchísimos votos.
-No me había percatado de eso.
-Pero hay más. Existen distritos en que los votantes tienen que demostrar su amor incondicional por el reguetón. Si no, no los dejan votar.
-Nosotros estaríamos fritos.
-Y en otros te hacen preguntas para autorizar tu voto. Como, por ejemplo, ¿cuántas veces comió arroz-con-frijoles la semana pasada? Si respondes que menos de siete veces, ¿adivina qué pasa?
-¡No te dejan votar!
-Sí, pero no en ese precinto. Te mandan para otro que queda a quince millas de distancia.
-Mmm… complicado.
-Todo eso crea incertidumbre y confusión, lo que no es raro en una ciudad en la que el sol es la causa de espejismos mentales.
-Entiendo. ¿Cómo se resuelve el problema entonces?
-Estoy proponiendo construir un canal que comunique el Golfo de México con el Océano Atlántico, a lo largo de la frontera norte del estado.
-¿Y eso para qué?
-La península se convertirá en una isla y, al quedar separada del resto del país, podríamos declarar nuestra independencia y crear una nueva república.
-Que pasaría a formar parte del resto de Latinoamérica.
-Automáticamente.
-Con todo lo que ello implica.
Obdulio se queda pensando unos segundos y al cabo pronuncia su sentencia final:
-Mejor seguimos haciendo recuentos de votos. @mundiario