El grupo Ecologistas en Acción denuncia las inversiones "en armas" de CaixaBank

Sede de Caixabank en la Diagonal de Barcelona.
Sede de Caixabank en la Diagonal de Barcelona.
La acción denunció los impactos de la actividad inmobiliaria del banco, así como de las empresas en las que tiene una parte sustantiva del capital, como Repsol, Gas Natural-Unión Fenosa o Agbar.
El grupo Ecologistas en Acción denuncia las inversiones "en armas" de CaixaBank

CaixaBank celebró junta de accionistas y uno de los temas que se coló en la agenda fue la demanda que ha interpuesto el banco contra 8 activistas de Ecologistas en Acción por denunciar las actividades de la entidad con una acción directa no violenta.

La campaña 'CaixaBank sin Armas', impulsada por el Centro de Estudios por la Paz JM Delàs, el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y SETEM, con el apoyo de Ecologistas en Acción, ha participado una vez más en la junta general de accionistas de CaixaBank. La delegación de más de 40.000 acciones ha dado voz a los miembros de la campaña delante de los responsables y accionistas de esta entidad bancaria, a raiz de una denuncia por supuestas inversiones de CaixaBank "en armas".

En la justicia está ahora abierta una causa contra 8 miembros de Ecologistas en Acción. "A este último punto la respuesta de Joan Maria Nin, consejero delegado de CaixaBank, fue dura, sosteniendo la acusación judicial contra los activistas", señalan los ecologistas en una nota de prensa remitida a MUNDIARIO.

Isidre Fainé, presidente de CaixaBank, también respondió, alegando que "desconocía el tema". Para Ecologistas en Acción esto muestra el "cariz antidemocrático" de la dirección del banco que, ante la denuncia de hechos probados, su respuesta es con acusaciones judiciales totalmente desproporcionadas.

Coincidiendo con la junta de accionistas, Ecologistas en Acción ha lanzado una ciberacción con el objeto de que CaixaBank y la Fiscalía de Barcelona retiren las demandas contra 8 activistas de Ecologistas en Acción que en 2011 desplegaron tres pancartas en la sede central de CaixaBank junto a otros 300 miembros de la organización.

La acción denunció los impactos de la actividad inmobiliaria del banco, así como de las empresas en las que tiene una parte sustantiva del capital, como Repsol, Gas Natural-Unión Fenosa o Agbar. También señaló "el trato de favor" que está recibiendo el banco en su expansión con ayudas públicas, mientras "recorta su plantilla" y "evade impuestos a través de paraísos fiscales". En un solo día, la ciberacción fue firmada por más de 2.500 personas.

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