El encallamiento del "Anna", quinto accidente en la ría de Ferrol en más de un siglo

El "Anna" quedó atravesado en la bocana de la ría / Foto: Diario de Ferrol.

Ayer embarrancó el carguero Anna en la ría ferrolana, muy cerca del castillo de San Felipe. Por un problema en el servomotor que controla el timón, el buque se atravesó en la bocana de la ría al colisionar la proa con unas rocas. Afortunadamente no hubo que lamentar daños mayores y a las tres horas del percance, el barco era reflotado para ser remolcado al puerto interior. Procedía de Dinamarca para cargar aerogeneradores. Para la historia quedan varios siniestros en la ría ferrolana, con pérdidas de vidas humanas en algún caso o con el desastre de As Pías que relato a continuación. En enero de 1998, se cumplió un cuarto de siglo, sucedía la tragedia del Discoverer Enterprise que, en una noche de temporal, soltó amarras en el antiguo astillero de Astano, hoy Navantia, para emprender una deriva hacia el puente de As Pías, estructura que partió en dos, dejando prácticamente incomunicada la ciudad de Ferrol. Fue necesario, mientras duraron las obras, hacer el antiguo recorrido por la carretera de Castilla, Neda y Fene.

En 1947, veinte muertos

Dos años antes, el 16 de marzo de 1996, encallaba en la zona de A Graña el Aegean Star, que transportaba carbón para la central térmica que Endesa tiene en la villa de As Pontes. Si nos vamos mucho más atrás, en el año 1947, el 2 de diciembre se producía el naufragio del Castillo de Coca. El accidente ocurrió en la Punta del Segaño, en la misma entrada de la ría. Navegaba entre una tempestad de agua y viento, mar arbolada, elementos que lanzaron al buque contra las rocas, dejándolo materialmente en tierra, pero en este caso con 20 hombres muertos, salvándose un solo tripulante que fue rescatado al día siguiente. Este buque pertenecía a la Empresa Nacional Elcano de la Marina Mercante.

Impericia

Y si nos remontamos al siglo XIX, año 1892, tenemos  el accidente del acorazado Hower, de la escuadra inglesa, que, cuando se dirigía al puerto ferrolano, llegó a tocar en una de las rocas próximas también al castillo de San Felipe, como en el caso del carguero de ayer. En esta ocasión tampoco hubo que considerar desgracias personales, únicamente el rubor que sufrieron los marinos ingleses por la impericia en la navegación, causa del incidente.