Día Mundial del Síndrome de Down
Debemos trabajar por los derechos de las personas con síndrome de Down: el derecho a una vida autónoma, el derecho a la inclusión real en la sociedad y en el mercado laboral.
Este miércoles 21 de marzo –Día Mundial del Síndrome de Down– es un buen día para empezar a cambiar nuestros prejuicios. Hoy es un buen día para que conozcamos más a estas personas y veamos que la apariencia jamás determina el nivel cognitivo de una persona, y sobre todo, jamás determinará la condición humana de la misma.
Debemos trabajar por los derechos de las personas con síndrome de Down: el derecho a una vida autónoma, el derecho a la inclusión real en la sociedad y en el mercado laboral. Debemos gritar junto a ellas y alzar la voz a favor de su derecho a tener un trabajo.
Debemos abrir la mente y ver que también poseen deseos, también tienen la necesidad de amar y también se sienten atraídas por otras. Hasta ahora no empezamos a plantearnos esta opción, pero lo cierto es que ningún ser humano merece ser privado de sentir y de amar.
Debemos además garantizar la calidad de vida, bienestar y autonomía de estas personas el día que sus padres, familia extensa o tutores no estén.
Ese es el punto clave que liberaría de tensión y preocupación a los familiares que viven esta realidad. Hay una enorme variabilidad en cada caso y, para aquellos en los cuales la autonomía es más difícil, hay que organizar un protocolo y estructura debidamente dotados de presupuesto, mediante los cuales se mantenga el bienestar y cuidado de estas personas. Porque el fin que debemos perseguir en todo ser humano es garantizar su felicidad.
Hoy es el día en que debemos aprender a no juzgar, sino a integrar. @mundiario