El Ejecutivo abre expediente de reintegro por los test defectuosos

Un sanitario realizando un test rápido. / Mundiario
Un sanitario realizando un test rápido. / Mundiario
España se enfrenta a la siguiente fase de la epidemia, el desconfinamiento o desescalada, con los test de anticuerpos y las PCR, el método más fiable y más costoso.
El Ejecutivo abre expediente de reintegro por los test defectuosos

La adquisición de los test de detección precoz del coronavirus parece una novela de terror en España. Ahora el Gobierno emprende una lucha para tratar de recuperar el dinero invertido por los 640.000 test de antígenos que compró a través de un distribuidor español a la empresa china Bioeasy, cuyos reemplazos tampoco han funcionado.

La decisión la toman luego que Sanidad comprobara  que las pruebas con las que la compañía pretendía reemplazar a las originales, que son de antígeno pero usan un método distinto, no funcionan. Al igual que la primera vez, tampoco estas cuentan con la sensibilidad necesaria, es decir, tienen una alta probabilidad de no detectar el coronavirus en una persona que esté contagiada.

La empresa responsable, Bioeasy mandó una muestra de los test, que usan el método de la fluorescencia, y el Instituto de Salud Carlos III los sometió a análisis. Al ver que no contaban con la sensibilidad requerida, el Gobierno decidió cancelar completamente el pedido.  

De acuerdo con El País, Sanidad ha iniciado un expediente de reintegro para recuperar lo que pagó por los test. El ministerio sigue sin desvelar cuánto le costó el encargo a Bioeasy y quién es el misterioso intermediario español que hizo la operación. En marzo, el Ministerio de Sanidad devolvió a China 58.000 test rápidos de diagnósticos del total de 640.000 que había comprado para iniciar las pruebas masivas a profesionales de la salud y a trabajadores y residentes en centros de mayores. La medida se tomó al comprobar varios laboratorios de hospitales madrileños que la sensibilidad era de un 30%, cuando según las especificaciones debía superar el 80%, Sanidad decidió devolverlo todo y cancelar los siguientes envíos que estaban previstos. 

El primer test utilizaba el método coloidal y no necesitaba ningún equipamiento, los kits incorporaban todo lo necesario para hacer 25 determinaciones, que se leían como si se tratara de un test de embarazo. El segundo, con el método de fluorescencia, precisaba un analizador y lector. La empresa china, explicaron fuentes del Instituto de Salud Carlos III, iba a regalar las máquinas necesarias como compensación por lo ocurrido.

Para justificar el error en la compra, el Gobierno argumentó que la compañía contaba con los permisos para exportar a la Unión Europea y que no había comprado los test rápidos directamente al productor, sino a un distribuidor español. Pedro Sánchez, presidente de Gobierno, decidió apartar a Salvador Illa, de la responsabilidad en la adquisición del material sanitario, luego del error reiterativo en la compra de test defectuosos para realizar la prueba del coronavirus, algo esencial para bajar la curva de contagios y de muertos. Actualmente es Reyes Maroto, ministra de Industria, la encargada de esta misión. El Gobierno ya ha renunciado por tanto a los test de antígeno en los que puso tantas esperanzas hace unas semanas.

España se enfrenta a la siguiente fase de la epidemia, el desconfinamiento o desescalada, con los test de anticuerpos y las PCR, el método más fiable y más costoso. Con ellos deberá testar y rastrear de forma masiva para dar con los afectados antes incluso de que tengan síntomas y poder aislarlos cuanto antes. @mundiario

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