El detenido por el crimen de Torremolinos confiesa el asesinato de otra expareja desaparecida

Patrulla de la Policía Nacional en Madrid. /@policia
Patrulla de la Policía Nacional en Madrid. /@policia

Los agentes de la Policía Nacional han registrado el antiguo piso que compartían Marco y Sibora Gagani, después de que el sospechoso afirmara que ocultó su cuerpo en las paredes.

El detenido por el crimen de Torremolinos confiesa el asesinato de otra expareja desaparecida

El hombre italiano detenido como presunto perpetrador del crimen machista de Paula, la joven camarera de 28 años que fue asesinada a puñaladas por su pareja en Torremolinos la semana pasada, ha hecho una inquietante confesión que lo conecta con la desaparición de Sibora Gagani, su exnovia que desapareció sin dejar rastro hace casi unos nueve años, y del que el principal sospechoso siempre ha sido Marco G.R., de 45 años.

En declaraciones a la prensa en Granada, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha informado de que el detenido ha hecho una confesión espontánea en la que aseguró haber asesinado a Sibora y haberla encerrado entre las paredes del piso que compartían en 2014 en la misma localidad malagueña. Aunque el propio detenido después no ratificó su relato y la Policía no ha encontrado el cadáver de Sibora, los investigadores se aferran a esta confesión como única pista viable después de que la desaparición de la mujer haya siempre sido un callejón sin salida.

Al salir del despacho tras negarse a declarar ante el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, rumbo a los calabozos el detenido pasó escoltado por un pasillo en el que estaba colgado un tablón con la foto de la joven ítalo-albanesa que fue su pareja años antes. Al ver la imagen, el sospechoso confesó a los agentes que cometió otro crimen. El diario Sur ha podido conocer que Marco manifestó verbalmente a los uniformados que asesinó a Sibora y que su cadáver lo habría oculto en el interior de las paredes del domicilio que compartieron en Torremolinos el tiempo que estuvieron juntos. El sospechoso incluso se ofreció a llevar a los agentes hasta el lugar exacto en el que escondió el cadáver de su expareja.

Sin embargo, Marco no ratificó sus declaraciones ante la policía, ni en presencia de su abogada o tampoco frente al juez. La única versión que tienen los investigadores son los testimonios de los uniformados que escoltaron a Marco en el camino a los calabozos de la comisaría. Pero las declaraciones de los agentes fueron suficientes como para que el magistrado abriera las diligencias contra el detenido y que autorizara el registro del domicilio en el que Marco y Sibora vivieron hasta 2014.

La Policía registra el antiguo domicilio de Sibora

“Lamentablemente en muchas ocasiones hay personas que están en prisión preventiva y van diciendo una serie de cosas al margen de la presencia de su abogado o la autoridad judicial o bien a terceras personas en prisión”, ha dicho el delegado Fernández en la comparecencia de prensa.

Por ello, una veintena de agentes llevó a cabo el registro en el domicilio en el centro de Torremolinos este lunes, donde inspeccionaron cada rincón en busca de pistas que indicaran el paradero de Sibora. Los investigadores usaron detectores y después taladraron distintos puntos del piso para introducir cámaras para comprobar si en su interior había restos humanos ocultos.

Los agentes inspeccionaron el baño y otras habitaciones, pero no encontraron el cuerpo de Sibora en ninguna parte. En la mañana del martes los investigadores regresaron al domicilio para continuar con las labores en varias habitaciones con la intención de hallar pistas del paradero de la mujer. Los resultados fueron los mismos.   

Sibora tenía 22 años cuando desapareció, ahora tendría 31 años. Durante todo este tiempo las autoridades trataron de dar con el paradero de la joven, que se mudó a Torremolinos en 2011, y al igual que Paula comenzó a trabajar en la hostelería en la localidad malagueña. @mundiario

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