Dato curioso: la pintura corporal protege contra las picaduras de insectos

Un estudio realizado por investigadores de Suecia y Hungría muestra que las rayas blancas pintadas en el cuerpo protegen la piel de las picaduras de insectos. Es la primera vez que los investigadores han demostrado con éxito que la pintura corporal tiene este efecto. Entre los pueblos indígenas que usan pintura corporal, las marcas proporcionan una cierta protección contra las enfermedades transmitidas por insectos.

La mayoría de las comunidades indígenas que pintan sus cuerpos viven en áreas donde hay una gran cantidad de moscas de sangre, mosquitos o moscas tsetse. Cuando estos insectos pican a las personas, existe el riesgo de que se transfieran bacterias, parásitos y otros patógenos.

El estudio muestra que la pintura corporal proporciona protección contra los insectos. Un modelo de plástico marrón de un humano atrajo diez veces más ternas que un modelo oscuro pintado con rayas blancas. Los investigadores también encontraron que una figura de plástico de color beige utilizada como modelo de control atrajo al doble de sanguijuelas que el modelo a rayas.

Según Susanne Åkesson, profesora del Departamento de Biología de la Universidad de Lund, la tradición de la pintura corporal puede haberse desarrollado simultáneamente en diferentes continentes. No se sabe cuándo comenzó la tradición.

"La pintura corporal comenzó mucho antes de que los humanos comenzaran a usar ropa. Hay hallazgos arqueológicos que incluyen marcas en las paredes de las cuevas donde vivían los neandertales. Sugieren que habían sido pintadas con pigmentos de la tierra como el ocre", dice Susanne Åkesson.

El equipo de investigación ha observado previamente que las rayas de la cebra actúan como protección contra las moscas de caballo. También se sabe que el pelaje pálido, en caballos, por ejemplo, puede proporcionar protección, en contraste con el pelaje oscuro. El descubrimiento ganó el Premio IgNobel en Física en 2016. En el nuevo estudio, el equipo ha llevado la investigación un paso más allá y ha examinado modelos de plástico que son del mismo tamaño que los humanos adultos.

Para los experimentos, que se llevaron a cabo en Hungría, los investigadores pintaron tres modelos plásticos de seres humanos: uno oscuro, uno oscuro con rayas pálidas y uno beige. Luego cubrieron los tres modelos con una capa de pegamento para insectos. El modelo oscuro atrajo diez veces más tábanos que el modelo a rayas, y el modelo beige atrajo el doble que el modelo a rayas.

También examinaron si la atracción de las luciérnagas difería entre los modelos que estaban acostados o de pie. Los resultados muestran que solo las mujeres se sintieron atraídas por los modelos de pie, mientras que tanto los hombres como las mujeres fueron atraídos por los modelos supinos.

"Estos resultados están en línea con experimentos previos en los que mostramos que los machos gravitan hacia el agua para beber y aterrizar en superficies que reflejan la luz polarizada horizontal y lineal, como señales de una superficie de agua. Hembras que muerden y chupan la sangre del huésped. Los animales responden a las mismas señales que los machos, pero también a las señales de luz en el plano vertical, como los modelos de pie", concluye Susanne Åkesson.   @mundiario